El mundo árabe evoca exotismo y misterio, esto se debe a la búsqueda de intimidad y carácter más reservado. A continuación, le mostramos los rasgos más enigmáticos de la privacidad de las viviendas islámicas.
Las casas de esta cultura están realizadas con perspectiva interiorista; es decir, se le otorga mucha importancia a la vida familiar y a la comodidad espacial. Esto se debe a que toda la casa está pensada para preservar la intimidad de sus habitantes y guardar sus misteriosos secretos.
Los diseños constructivos que tratan de llevar a cabo son completamente funcionales, pero también muy decorativos. Se le da mucha importancia a la estética y a que se complemente correctamente con los espacios internos de carácter funcional.
Exteriores sobrios e interiores llenos de luz
Aparentemente, la casa islámica apenas está trabajada hacia el exterior. Tiene un número de ventanas muy reducido y de pequeño tamaño, muros gruesos y materiales de bajo coste. Las aberturas hacia el exterior son mínimas y, si las hay, tienen celosías para mantener la privacidad de la casa.
Estamos hablando de un tipo de viviendas que rompe con la estética propia de las arquitecturas cristianas. De hecho, han aportado mucho al mundo del interiorismo, no solo a nivel decorativo, sino a también a nivel organizativo, estructural y funcional.
El patio, un elemento fundamental en la vivienda
Tal y como hemos dicho, estas casas casi no tienen ventanas en sus muros. Por eso, va a ser necesaria otra fuente de iluminación. Estamos hablando de un patio central que, normalmente, tienen todas estas casas. En torno a él se disponen las estancias.
Las celosías: belleza estética
En este sentido, lo que tratan de buscar es la intimidad. Por eso, las celosías adquieren gran protagonismo en la vivienda. El término celosía proviene de la palabra latina zelus, que significa celo, el cual se asocia al significado de “recelo” por preservar la privacidad.
Las celosías se convierten en un elemento imprescindible en la casa islámica. Estas permiten ver el exterior, evitando que usted sea observado. Las podemos encontrar de varios materiales: yeso, ladrillo, metal… Cualquiera es válido, siempre y cuando se consiga ese ocultismo.
Lujo y decoración en los salones árabes
El lujo y la ostentación de las habitaciones queda presente y contrastan con la austeridad del exterior. Los salones de estas casas están ricamente decorados, debido a la influencia del Corán, que prohíbe la representación de animales y hombres.
Es muy común el uso de formas decorativas geométricas, vegetales o inscripciones.
El oro y la plata no pueden faltar. Nos encontramos estos metales preciosos en varios elementos decorativos, como las lámparas, bandejas de té, jarrones, espejos, etc.
La paleta de color del fuego
Si lo que pretende es reflejar la identidad propia del desierto en su casa, estas viviendas pueden servirle de inspiración, ya que se caracterizan por unos tonos muy particulares:
Los tonos cálidos, como los rojos, granates, ocres, amarillos, etc. En realidad, evocan la sensación cromática de las zonas áridas.
Estos colores entran en un equilibrio perfecto al combinarse con verdes y azules, los cuales son extraídos, principalmente, de los oasis del desierto.
¿Qué se consigue con esto? Un contraste cromático que dinamiza la estética de la vivienda.
El arte de la madera tallada
La madera es la gran protagonista en el mobiliario de la casa islámica. Es habitual encontrar este material en cualquier rincón de la casa, incluido el techo. Lo más destacable de todo esto es que siempre aparece tallada, reproduciendo arabescos, flores, lazos, etc.
Destacan las puertas de ébano, ricamente decoradas con formas geométricas, lo que hace de este elemento una verdadera obra de arte.
Otro elemento imprescindible en el mundo islámico es la mesa del té. Puede estar realizada íntegramente en madera, o puede tener la parte superior de otro material, como piedra o cristal.
Por último, no podemos olvidarnos de las techumbres de madera. Tienen una función constructiva, pero también una rica decoración de talla en madera y policromía. Además, aparecen adornados por grandes vigas que se entrecruzan entre sí.
Exteriores sobrios e interiores llenos de luz
Aparentemente, la casa islámica apenas está trabajada hacia el exterior. Tiene un número de ventanas muy reducido y de pequeño tamaño, muros gruesos y materiales de bajo coste. Las aberturas hacia el exterior son mínimas y, si las hay, tienen celosías para mantener la privacidad de la casa.
En el fondo, estas construcciones dan la sensación de ser un tanto oscuras y sobrias. Nada más lejos de la realidad, ya que en el interior nos encontramos con una explosión de luz, color y decoración.
Todo bien estudiado para que se engalane el espacio al máximo.
Estamos hablando de un tipo de viviendas que rompe con la estética propia de las arquitecturas cristianas. De hecho, han aportado mucho al mundo del interiorismo, no solo a nivel decorativo, sino a también a nivel organizativo, estructural y funcional.
El patio, un elemento fundamental en la vivienda
Tal y como hemos dicho, estas casas casi no tienen ventanas en sus muros. Por eso, va a ser necesaria otra fuente de iluminación. Estamos hablando de un patio central que, normalmente, tienen todas estas casas. En torno a él se disponen las estancias.
La luz que obtenga la vivienda vendrá directamente desde el interior, de manera indirecta y favoreciendo la ventilación. Todo esto se debe gracias al patio.
A su vez, a este espacio nunca se accede desde la calle, debido a que se pretende preservar la privacidad frente al exterior. Por este motivo, lo primero que nos encontramos al atravesar la puerta es una habitación conocida como zaguán, la cual establece la frontera entre lo público y lo privado.
Las celosías: belleza estética
En este sentido, lo que tratan de buscar es la intimidad. Por eso, las celosías adquieren gran protagonismo en la vivienda. El término celosía proviene de la palabra latina zelus, que significa celo, el cual se asocia al significado de “recelo” por preservar la privacidad.
Las celosías se convierten en un elemento imprescindible en la casa islámica. Estas permiten ver el exterior, evitando que usted sea observado. Las podemos encontrar de varios materiales: yeso, ladrillo, metal… Cualquiera es válido, siempre y cuando se consiga ese ocultismo.
Lujo y decoración en los salones árabes
El lujo y la ostentación de las habitaciones queda presente y contrastan con la austeridad del exterior. Los salones de estas casas están ricamente decorados, debido a la influencia del Corán, que prohíbe la representación de animales y hombres.
Es muy común el uso de formas decorativas geométricas, vegetales o inscripciones.
El oro y la plata no pueden faltar. Nos encontramos estos metales preciosos en varios elementos decorativos, como las lámparas, bandejas de té, jarrones, espejos, etc.
La paleta de color del fuego
Si lo que pretende es reflejar la identidad propia del desierto en su casa, estas viviendas pueden servirle de inspiración, ya que se caracterizan por unos tonos muy particulares:
Los tonos cálidos, como los rojos, granates, ocres, amarillos, etc. En realidad, evocan la sensación cromática de las zonas áridas.
Estos colores entran en un equilibrio perfecto al combinarse con verdes y azules, los cuales son extraídos, principalmente, de los oasis del desierto.
¿Qué se consigue con esto? Un contraste cromático que dinamiza la estética de la vivienda.
El arte de la madera tallada
La madera es la gran protagonista en el mobiliario de la casa islámica. Es habitual encontrar este material en cualquier rincón de la casa, incluido el techo. Lo más destacable de todo esto es que siempre aparece tallada, reproduciendo arabescos, flores, lazos, etc.
Destacan las puertas de ébano, ricamente decoradas con formas geométricas, lo que hace de este elemento una verdadera obra de arte.
Otro elemento imprescindible en el mundo islámico es la mesa del té. Puede estar realizada íntegramente en madera, o puede tener la parte superior de otro material, como piedra o cristal.
Suelen ser pequeñas y de escasa altura.
Por último, no podemos olvidarnos de las techumbres de madera. Tienen una función constructiva, pero también una rica decoración de talla en madera y policromía. Además, aparecen adornados por grandes vigas que se entrecruzan entre sí.
Vía: midecoración
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