lunes, 4 de marzo de 2019

Cómo decorar con cadenas metálicas

¿Alguna vez se ha planteado lo decorativas que pueden resultar las cadenas metálicas? Dicho así puede sonar fatal (algo así como decorar con rodamientos de una bicicleta) pero lo cierto es que para interioristas y decoradores son un recurso de lo más versátil que ha cogido fuerza y por eso hoy queremos dedicarles este post.
En realidad las cadenas metálicas no son nuevas en el mundo del diseño interior. Llevan mucho tiempo entre nosotros, aunque normalmente circunscritas al diseño de espacios de tipo profesional, como hoteles, salas de eventos o restaurantes.
En vivienda en cambio han estado menos presentes, quizás por su precio (baratas no son) o quizás porque su diseño en forma de tiras creadas a base de argollas engarzadas a muchos les recuerda a las antiguas tiras de madera que se ponían en las puertas de los pueblos para mantenerlas abiertas pero generando intimidad.
Sin embargo, parece que esta vez que vuelven a todos los rincones, ya sean oficinas, locales y por supuesto viviendas, gracias sobre todo a la personalización tanto en colores como en diseños, algo que las vuelve únicas.
Veamos los usos más habituales de las cadenas metálicas en el diseño de interiores, ¡le sorprenderán!

Separadores

La separación de espacios es la aplicación más habitual de este tipo de material. Tanto para dividir habitaciones sin tabiques, como para aislar visualmente distintas áreas en oficinas o restaurantes, el empleo de una cortina de cadenas metálicas es ideal para crear también un efecto de impacto.
Al poder elegirse en múltiples colores y poder adaptar su forma creando ondas de diversos tipos y longitudes, y al no resultar completamente opacas, estos separadores de espacios crean un efecto semitransparente muy útil cuando queremos que la luz traspase de alguna forma el separador o que las zonas anexas se intuyan a través de las cadenas.

Decoración de techos

Si la separación de espacios es la aplicación más “práctica” de las cadenas metálicas, su empleo en techos podría considerarse como su aplicación más “decorativa”.

En este caso su interés es puramente estético, y ayuda mucho a disimular techos excesivamente altos que de otro modo podrían quedar desangelados. También permite esconder visualmente las instalaciones de iluminación o aire acondicionado en locales, y consiguen un efecto espectacular en el conjunto aunque lo que haya debajo no sea especialmente llamativo.
En su forma más sencilla se puede vestir un techo en una sucesión de cortinas rectas en diferentes tonos graduados, pero sin duda los de mayor impacto son los que juegan con las ondas y las formas curvas, ya sea en un tono monocromático o en varios tonos.
Una variante de la decoración de techos con cadenas metálicas son las lámparas.

En este caso, además de decorativas resultan prácticas porque de ellas emana la propia iluminación, y pueden encontrarse o bien con las formas habituales de las lámparas de araña (más habituales en viviendas o pequeñas tiendas) o bien formando parte de grandes aros de iluminación, más propio de restaurantes y locales de distinta índole.

Cadenas de tonos lisos

Ya entrando en el diseño más que en la función, las cadenas metálicas pueden diseñarse a medida de cada proyecto, eligiendo el color (o una combinación de varios) y el diseño (geométrico, figurativo, fotográfico…)
En realidad lo más habitual es jugar con los tonos lisos, más que nada por una cuestión de precio (los diseños personalizados no son aptos para todos los bolsillos), pero aún así quedan espectaculares, tanto como divisores de espacios como para vestir paredes insulsas.

Cadenas multicolor
Las cadenas metálicas pueden juntarse en distintas tonos para crear efectos de tipo arcoiris o multicolor

Degradados

Un paso a medio camino entre los tonos lisos y el diseño personalizado son las cortinas degradadas. Al igual que en la pintura de paredes en tonos degradados, se parte de un tono base y se va oscureciendo y aclarando hacia arriba o hacia abajo con tonos más claros y oscuros de la misma gama cromática.

Diseños geométricos
Una opción más llamativa y curiosa son los diseños geométricos aplicados a las cadenas metálicas. La idea es ir intercalando argollas de distintos tonos en una sucesión de patrones para crear efectos repetitivos que jueguen con la geometría.

Se emplean sobre todo en separaciones de espacios más que en decoración de techos, ya que necesitan una base ancha y larga para desplegar la repetición del dibujo y percibirla en toda su expresión.

Diseño figurativos

Aunque la base de los diseños figurativos en realidad es la misma que la de los geométricos (intercalado de argollas hasta recrear el diseño elegido), las cadenas metálicas en este caso van un paso más allá, ya que implican una personalización total y por tanto un trabajo totalmente ad hoc.

El efecto de este tipo de diseños es espectacular, y deja totalmente libre a la creatividad personal, ya que puede recrearse cualquier tipo de dibujo o color. Por eso suelen aplicarse también a grandes paredes, separadores o “paneles” de cortinas para desplegar el diseño completo.

Rostros

Una versión del diseño figurativo es el fotográfico, y en particular la reproducción de rostros conocidos… o no.

Esta opción se utiliza sobre todo en locales, aunque allí donde pueda ir una gran fotografía se podría aplicar este tipo de cortinas “humanas”.

Otras aplicaciones

Cubrición de trasbarras y columnas, ocultación de duchas, mezcla de cadenas con otros accesorios, aplicación en exteriores, hoteles, museos… Cualquier espacio resulta interesante para colocar estas versátiles y creativas cortinas metálicas. ¿Se atreve con ellas?

Vía: Decofilia

























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