Esta vivienda rehabilitada por el arquitecto barcelonés Valentí Albareda ocupa un local situado en un edificio de 1900 que fue bombardeado durante la guerra civil. Además de la planta a pie de calle, contaba con otro piso bajo rasante. Este sótano antaño se utilizaba como almacén de plátanos importados de Canarias, para su posterior comercialización en el mercado de Sant Antoni. Además de este uso, servía de vivienda para una familia, con condiciones muy precarias de salubridad y habitabilidad.
Las nuevas necesidades condicionaron esta rehabilitación en la que no se podía ignorar la fuerza de los elementos que configuraban la arquitectura preexistente.
Para dotar de iluminación y ventilación cruzada a la planta inferior se decidió crear un patio inglés en la parte posterior. Con esta finalidad se eliminó una de las bóvedas existentes, lo que permitió dar continuidad a la fachada trasera hasta el sótano.
Para recuperar la belleza de las estructuras originales, se eliminaron las capas de revestimientos que se habían ido añadiendo con el tiempo y los ocultaban.
La rasilla cerámica, un material presente en la construcción primitiva, se recupera y cobra protagonismo como revestimiento del baño o como pavimento de la escalera que conduce a la planta inferior.
Planta superior
Para conseguir una mayor altura libre, se derriba parte del forjado que separa la planta baja y la superior y se sustituye por una estructura de acero parcialmente cubierta con una lámina de vidrio.
Con el mismo objetivo, se descubren vigas y bovedillas y se maximizan los huecos.
La escalera de acceso al altillo toma el ancho de la puerta de baño de cortesía que se oculta bajo ella. Un triángulo flotante, soportado en 4 puntos de soldadura configura la barandilla lateral.
Perpendicular a ella se dispone un tablero de madera que hace las veces de mesa de estudio y continúa hasta el baño sirviendo de apoyo del lavamanos.
Los antiguos tabiques se demuelen y las nuevas particiones se organizan a través de un entramado metálico que soporta las guías de las puertas correderas y de los armarios.
El resultado es una amplia y luminosa vivienda que satisface las necesidades de una familia actual, mostrando respeto por el alma y las cicatrices del espacio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario