
Las nuevas necesidades condicionaron esta rehabilitación en la que no se podía ignorar la fuerza de los elementos que configuraban la arquitectura preexistente.
Para dotar de iluminación y ventilación cruzada a la planta inferior se decidió crear un patio inglés en la parte posterior. Con esta finalidad se eliminó una de las bóvedas existentes, lo que permitió dar continuidad a la fachada trasera hasta el sótano.
Para recuperar la belleza de las estructuras originales, se eliminaron las capas de revestimientos que se habían ido añadiendo con el tiempo y los ocultaban.

La rasilla cerámica, un material presente en la construcción primitiva, se recupera y cobra protagonismo como revestimiento del baño o como pavimento de la escalera que conduce a la planta inferior.
Planta superior
Para conseguir una mayor altura libre, se derriba parte del forjado que separa la planta baja y la superior y se sustituye por una estructura de acero parcialmente cubierta con una lámina de vidrio.

Con el mismo objetivo, se descubren vigas y bovedillas y se maximizan los huecos.
La escalera de acceso al altillo toma el ancho de la puerta de baño de cortesía que se oculta bajo ella. Un triángulo flotante, soportado en 4 puntos de soldadura configura la barandilla lateral.
Perpendicular a ella se dispone un tablero de madera que hace las veces de mesa de estudio y continúa hasta el baño sirviendo de apoyo del lavamanos.
Los antiguos tabiques se demuelen y las nuevas particiones se organizan a través de un entramado metálico que soporta las guías de las puertas correderas y de los armarios.
El resultado es una amplia y luminosa vivienda que satisface las necesidades de una familia actual, mostrando respeto por el alma y las cicatrices del espacio.
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