En el año 2009 El Señor Martín inauguró su primera pescadería en el madrileño Mercado de Chamberí. Su diseño, en negro absoluto, como si fuera una joyería, fue un éxito rotundo. Esta experiencia animó a la marca a crear nuevos espacios en los que el público pudiera disfrutar de los mejores pescados de nuestras costas.
Su última aventura es el restaurante El Señor Martín, ubicado en el céntrico barrio de Justicia. El proyecto se debe al estudio madrileño more&co, quien ha focalizado su atención en subrayar y apoyar el concepto gastronómico del negocio: “obsesión por la esencia del mar y respeto por el origen, sabor y textura de cada producto”.
Esencia arquitectónica
De esta manera, su primera estrategia fue, al igual que en el proyecto culinario, rescatar y preservar el sabor original del local decimonónico en el que se encuentra el restaurante. Para ello fue necesario eliminar los distintos estratos de elementos decorativos que con los años se habían ido superponiendo.
En palabras de la arquitecta Paula Rosales, directora de more&co: “Los materiales utilizados o recuperados se “cocinaron” con el tratamiento y formato que mejor acentuaba su esencia. Un juego de brillos y texturas inspirados en la piel del pescado y la esencia del mar: rugoso granito y ladrillo al natural, acero a la plancha, madera con aceite con corte en espina de pez, falso techo de olas traslúcidas de malla metálica…”
Dos ambientes
Atendiendo a las nuevas necesidades funcionales, las dos plantas fueron reorganizadas. Por un lado, en la planta de acceso, los nueve ventanales ampliados inundan de luz natural un espacio alegre y dinámico.
Su protagonista es la gran barra, que nos recuerda a un barco varado.
La cocina vista invita al comensal a participar en el proceso de la manipulación del pescado y de su sencillo trayecto “del mar a la mesa”.
Por otro lado, en la planta sótano se han recuperado las antiguas troneras. De esta forma se consigue una iluminación cenital procedente de la fachada de la planta superior, que baña las paredes y evoca la luz tamizada del fondo del mar.
Se trata por tanto de un ambiente más recogido y tranquilo, que permite a los clientes disfrutar de la gastronomía a otro ritmo.
Además, la vinoteca vista refuerza la idea de exposición del producto, para disfrute de las miradas más foodies.
La ligera escalera refleja y conecta visualmente ambas plantas. En ella, una instalación de luminarias realizadas con cestas de pesca lanzan brillos y destellos para guiar al cliente en el acceso a las profundidades.
Para más información visiten: more&co, El Señor Martín Restaurante
Vía: diarioDESIGN
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