Vale, se ha decidido a cambiar la ubicación de ese radiador tan molesto que se interpone entre la decoración de sus sueños y usted ¿Y ahora? Para empezar, debe averiguar varias cosas acerca de su calefacción.
¿Sus radiadores son reversibles?
Tener claro este dato le puede ahorrar un buen quebradero de cabeza en ciertas circunstancias. Por ejemplo; imagine que tiene un salón o habitación grande en la que quiere cambiar un radiador de sitio, pero sólo un par de metros. Si su radiador tiene exactamente esa medida lo que se puede hacer es darle la vuelta y aprovechar la misma entrada al circuito pero conectándola al radiador por el lado opuesto. De esta forma prácticamente lo único que tendría que cambiar sería los soportes a la nueva ubicación.
¿Qué tipo de tuberías utiliza su sistema de calefacción?
Si su calefacción utiliza tuberías de aluminio recubierto con PVC tenemos una mala noticia para usted: Para cortar estas tuberías necesita una máquina especial que no es fácil de encontrar y, como era de esperar, tampoco barata. Si en cambio su sistema utiliza tuberías de cobre, lo cual es lo más habitual, le resultará mucho menos molesto cambiar un radiador de sitio.
¿Por dónde pasan los tubos?
Necesitará un plano detallado de la vivienda para saber por dónde pasan los tubos del sistema antes de ponerse manos a la obra. No es lo mismo que las tuberías vayan por las paredes que si dichas tuberías discurren por debajo del suelo. La diferencia es que en éste último caso con toda seguridad tendrá que levantar (y probablemente sustituir) el suelo para cambiar un radiador de sitio y, dependiendo del tipo de pavimento que posea su vivienda, puede encarecer sensiblemente el precio de la obra.
En caso de que al responder a estas preguntas no se haya topado con dificultades, el cambiar ese radiador de lugar no puede suponer un gran problema, sino que bastaría una pequeña reforma para solucionar el asunto. Incluso, si se siente suficientemente capaz, puede encontrar tutoriales online para acometer usted mismo esta labor. Si no se atreve o no le apetece cambiar radiadores en su tiempo libre, la opción más fácil es contratar los servicios de un profesional.
No podemos olvidar que a veces uno empieza pensando en una pequeña reorganización y acaba decidiéndose a un cambio más profundo. Si es su caso, tal vez haya acabado pensando en cambiar completamente el sistema de calefacción; por ejemplo, eliminando completamente los radiadores y sustituyéndolos por un sistema de calefacción por suelo radiante, decisión que le dejaría las paredes completamente libres para que las utilice a su gusto, o bien eliminar los radiadores del salón e instalar una chimenea. Se trata de su casa y los límites solamente los pones usted.
Vía: El Blog Plan Reforma
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