jueves, 31 de mayo de 2018

Las Chicas, Los Chicos y los Maniquís, el singular restaurante del Hotel Axel Madrid diseñado por El Equipo Creativo

Hace unos días ya publicamos el proyecto de diseño interior que El Equipo Creativo había llevado a cabo en Hotel Axel Madrid, y en él ya les contábamos que una de las ofertas de dicho hotel era el restaurante Las Chicas, Los Chicos y los Maniquís. En el post de hoy el estudio nos muestra sus puntos de referencia e inspiraciones que les llevaron a crear este singular espacio.
Como nos comentaban en el anterior post sobre el Hotel Axel Madrid, el objetivo principal del diseño era crear una atmósfera de libertad y diversión con un punto “disruptor” y que invitara a todo tipo de público a entrar en las zonas comunes del hotel para disfrutar de su oferta gastronómica.
Para conseguir esta atmósfera, la estrategia de diseño más importante es el uso del color, elemento que nos acompaña a través de todos los espacios del hotel, y el cual se aplica con un carácter y materialidad diferente en cada zona.
El antiguo pasaje de caballerizas del edificio, hoy pasaje de entrada al Hotel, divide en dos salas la parte más pública del restaurante. Los dos espacios se diseñan bajo un mismo concepto, de ambiente desenfadado, marcado carácter colorista y con grandes elementos gráficos de color, con referencias a la Movida madrileña y el universo visual Almodovariano.
“Las Chicas, Los Chicos y Los Maniquíes”, nombre del restaurante, fue precisamente una de las canciones que acompañó la Movida Madrileña, cuyo estribillo es a día de hoy parte de nuestra cultura popular.
Los protagonistas de este universo colorista son dos grandes barras rojas presidiendo las dos salas, las cuales funcionan como barras de buffet para desayuno durante la mañana y de tapeo y cervezas, al puro estilo madrileño, durante el resto del día.
También son parte de la cultura popular de Madrid sus comercios de barrio más clásicos, con grandes carteles, vistosos nombres e increíble oferta. Fajas, sombreros y vistosos maniquíes llenan aún algunos escaparates de la ciudad, cada vez más escasos. La calle Atocha ha conseguido, curiosamente, mantener intacto algunos de sus comercios más clásicos, a los que nuestro diseño quiso rendir un sentido homenaje, llenando el espacio con grandes carteles luminosos con vistosos nombres comerciales.
En la parte interior del Hotel, el restaurante dispone de tres pequeñas salas comedor comunicadas entre sí, donde una vez más el color es el protagonista indiscutible. Cada sala consigue su propia personalidad a través de mostrarse en un único color: rojo, verdoso y rosado. Tanto sus paredes textiles como su propuesta cromática busca referenciar a las estancias nobles de los palacetes decimonónicos.

Para más información visiten: El Equipo Creativo
Vía: Infurma











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