La idea a la hora de diseñar esta vivienda fue crear una casa minimalista y blanca, en la que este color se entremezclara también con el negro y el gris, y donde la gente pudiera disfrutar del aire, el sol, el paisaje y abrazar la naturaleza. De esta manera, el proyecto de AD Architecture integra las filosofías del diseño oriental y occidental, donde el discreto esquema cromático persigue crear espacios con texturas. El color gris equilibra el fuerte contraste entre el blanco y el negro.
Explica el arquitecto de interiores Xie Peihe, fundador del despacho, que la casa está ubicada en una comunidad, lejos del centro, y a través de la ventana puede verse el río Han y una gran superficie de cultivo. Confortados por estas vistas, la filosofía de diseño “interpreta un estilo moderno, extremadamente puro“. Los grandes ventanales enmarcan el bello paisaje y las delicadas cortinas se encargan de suavizar la luz del sol que penetra en el interior.
Las zonas públicas (sala de estar, comedor y cocina) son muy coherentes, dando al apartamento de 90 m² una sensación de amplitud, haciendo que se disfrute más del espacio y “nos haga sentir relajados y felices”. En este elegante espacio y debido al reflejo de la luz natural, la pintura blanca mate y el mármol dividen la estancia en varias capas, mientras se ha tenido un especial cuidado en el diseño de la iluminación. Además, la piel, la madera, las baldosas de cerámica y el vidrio gris se utilizan para “mejorar el temperamento y el estilo de este espacio“.
Como fondo de la estancia, se utiliza el color blanco que, junto al suelo de color gris claro, consigue un efecto simple y brillante. El blanco también se utiliza para resaltar los detalles y las texturas de las diferentes piezas de mobiliario. El mármol negro se emplea en la chimenea y en el revestimiento de la cocina. Explican desde el estudio que “la pintura decorativa personalizada ‘Escuchando la marea’, que está sobre el sofá, resalta aún más el estado de ánimo creado para esta casa. Sentarse aquí con una taza de café y un buen libro es la clase de vida que queremos. Los elegantes objetos de metal revelan el estilo y los gustos del propietario. La tranquilidad y el temperamento artístico hacen que las personas se sumerjan en esta atmósfera concisa e inteligente”.
Por otra parte, la división de cristal que separa el comedor de la habitación infantil permite que esta última gane luminosidad, en un ambiente donde se han abandonado los diseños complicados con el fin de buscar un entorno de vida más sencillo.
Para más información visiten: AD Architecture
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