Espacio Ideo ha sido la empresa encargada de la reforma y el interiorismo de Casa Amores, un restaurante que toma su nombre de la calle en la que nació el cocinero José Gloria, en México DF.
Ideo se ha inspirado en la arquitectura de los mexicanos Luis Barragán y Ricardo Legorreta, tomando las formas y los colores de un folclore mexicano renovado y moderno que huye de estereotipos y tópicos sin perder el espíritu alegre del país centroamericano.
Ideo se ha inspirado en la arquitectura de los mexicanos Luis Barragán y Ricardo Legorreta, tomando las formas y los colores de un folclore mexicano renovado y moderno que huye de estereotipos y tópicos sin perder el espíritu alegre del país centroamericano.
Rosas, naranjas y amarillos, colores frescos en el local como los sabores de la cocina de Casa Amores. Sabores que evocan a veranos en la playa. Ceviches con los que hacer “la boca agua” a toda Valencia.
El local cuenta con 220m cuadrados, con espacios bien distribuidos y diferenciados como son el patio de acceso, el comedor, la bodega, la barra, la cocina y los aseos.
El Patio de Casa Amores
Un cartel retroiluminado en plancha de hierro calada da paso al patio de acceso, con una calzada pavimentado con adoquines de cemento formando una espiral.
Típicos cactus decoran el espacio con tonos naranjas en la pared y en la cristalera de acceso al local.
Un sutil rosa en la arquitectura del salón acompaña a los comensales. Las paredes de cemento y el suelo de terrazo gris dan el toque mínimal y neutro al espacio, amueblado con mesas hechas a medida con base de hierro y sobre de madera sapelly. Las sillas son el modelo Smart de Andreu World.
Un gran banco corrido con textiles traídos de México permite una organización de mesas muy versátil para aprovechar al máximo el espacio. Al fondo, el símbolo de un corazón creado con el mismo lenguaje gráfico que el logo del local.
Bodega, barra y cocina.
La cristalera encierra una bodega hecha a medida para hasta 400 referencias. A continuación una gran barra amarilla de celosías deja paso a una amplia cocina semiabierta donde José Gloria y su equipo pueden hacer su trabajo sin limitaciones.
Hay una zona trasera de cubo amarillo que esconde una barra con una exposición de mezcales típicos mejicanos. En ella, los más valientes pueden tomarse una copa de este potente licor.
La imagen gráfica del restaurante Casa Amores ha sido realizada por los valencianos Estándar, estudio de diseño afincado en Russafa.
En Casa Amores se sirven pescados bañados en cítricos, con cilantro, aguacate y, por supuesto, chile. Aunque, como ellos mismos dicen, México no siempre pica como el fuego. Nos cuentan que hay un México suave, que mira al mar y que se deja mecer por las olas.
El Patio de Casa Amores
Un cartel retroiluminado en plancha de hierro calada da paso al patio de acceso, con una calzada pavimentado con adoquines de cemento formando una espiral.
Típicos cactus decoran el espacio con tonos naranjas en la pared y en la cristalera de acceso al local.
Un sutil rosa en la arquitectura del salón acompaña a los comensales. Las paredes de cemento y el suelo de terrazo gris dan el toque mínimal y neutro al espacio, amueblado con mesas hechas a medida con base de hierro y sobre de madera sapelly. Las sillas son el modelo Smart de Andreu World.
Un gran banco corrido con textiles traídos de México permite una organización de mesas muy versátil para aprovechar al máximo el espacio. Al fondo, el símbolo de un corazón creado con el mismo lenguaje gráfico que el logo del local.
Bodega, barra y cocina.
La cristalera encierra una bodega hecha a medida para hasta 400 referencias. A continuación una gran barra amarilla de celosías deja paso a una amplia cocina semiabierta donde José Gloria y su equipo pueden hacer su trabajo sin limitaciones.
Hay una zona trasera de cubo amarillo que esconde una barra con una exposición de mezcales típicos mejicanos. En ella, los más valientes pueden tomarse una copa de este potente licor.
La imagen gráfica del restaurante Casa Amores ha sido realizada por los valencianos Estándar, estudio de diseño afincado en Russafa.
En Casa Amores se sirven pescados bañados en cítricos, con cilantro, aguacate y, por supuesto, chile. Aunque, como ellos mismos dicen, México no siempre pica como el fuego. Nos cuentan que hay un México suave, que mira al mar y que se deja mecer por las olas.
Para más información visiten: Espacio Ideo, Estándar, Casa Amores
Vía: diarioDESIGN
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