Una de las formas más eficaces de climatizar las casas, ahorrando energía y ayudando al medioambiente, es instalar toldos en las fachadas. ¿Sabían que un toldo puede reducir el calor de una estancia entre 10 y 12 grados?
Telas que ventilan
Pues sí, es cierto. En zonas secas ésa sería la reducción del calor, mientras que en regiones húmedas estriba entre los 6 y los 8 grados. Estas cifras dependen, eso sí, del tipo de tejido que escojamos para nuestro toldo: actualmente hay telas de última tecnología que ofrecen prestaciones increíbles. A grandes rasgos, podemos dividir las telas en tres grupos: de poliéster, las más baratas; acrílicas y microperforadas, más resistentes. Las telas microperforadas son muy buenas para terrazas y balcones, ya que dejan pasar el aire y crean una zona ventilada bajo el toldo.
Con o sin motor, sensores, cofre…
Otro aspecto a tener en cuenta es el tipo de toldo, en lo que a su estructura respecta. Los toldos sin cofre dejan a la vista los mecanismos y son los más económicos, pero también los menos estéticos y resistentes. También los hay de semi-cofre (cuando se recogen, cubren todo excepto el faldón) y los de cofre integral, los más elegantes y duraderos. Además, existen estructuras manuales o motorizadas; estas últimas integran a veces mandos a distancia. En los centros de bricolaje y tiendas especializadas pueden encontrar kits para motorizar toldos y para incluir el control remoto. También se pueden completar con prácticos sensores de viento y lluvia, que recogen los toldos cuando las cosas se ponen más feas.
Vía: Decorablog
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