Cemento pulido

Debido a la evolución de las tecnologías y a un éxito compartido, a menudo se ha confundido el cemento pulido con el microcemento. De hecho en muchas regiones se llama a este último cemento pulido. No por ello hay que dejar de distinguirlos, ya que si el acabado de ambos puede ser parecido en algunos casos, se distinguen totalmente por la técnica, las características, los materiales utilizados, el mantenimiento que requerirán a medio plazo y por supuesto el coste que representa el recurrir a una técnica decorativa u otra.

El cemento pulido, al ser más antiguo suele ser el más conocido y el más utilizado hasta hace poco tiempo. Y aunque su material base siga siendo el cemento, poco tiene ya que ver con los primeros intentos de suelos de cemento pulido de los años 70. El microcemento en cambio, rompe con la tradición y beneficia de los últimos avances de los materiales cementosos para convertirse en un revestimiento de bajo espesor y una gran versatilidad. 

Antes, el cemento pulido estaba compuesto básicamente por cemento que es un potente aglomerante que va endureciendo conforme se seca. De ahí que muchos confunden el cemento pulido con su principal componente. Sin embargo el cemento pulido poco tiene que envidiar al microcemento y en ciertos casos será una solución más adecuada para la decoración de ciertos espacios.

El cemento pulido ya no es el simple acabado de una vulgar solera de hormigón que se trabaja con una fratasadora durante el fraguado. Gracias al añadadido de ciertos aditivos se ha convertido en un verdadero pavimento decorativo y que muchas veces dará mejores resultados que otros pavimentos de bajo espesor gracias a un mantenimiento mínimo y su extrema resistencia.


El cemento pulido por su especificidad, y para conseguir un acabado perfecto requiere que se proceda a una aplicación estudiada que hará evitar los problemas que podía tener su ancestro decorativo.


A diferencia con el cemento pulido, el microcemento conllevará en la mayoría de los casos los mismos componentes. El cemento pulido en cambio, puede o no llevar ciertos aditivos que es preciso añadir para un resultado tan bueno o mejor que el del revestimiento de bajo espesor. Este último elemento influirá mucho en el precio final que de todos modos será inferior al del microcemento.