Homelabdesign realizó una reforma conservadora en un pequeño apartamento cerca de las valencianas torres de Quart. Situado en el centro histórico de la ciudad, la vivienda de 60 metros cuadrados debe acoger a una joven pareja y su bebé.
Todos los detalles se han elegido cuidadosamente, desde los pomos de las puertas hasta los interruptores para crear un interior cálido y acogedor.
La vivienda cuenta con altos techos y detalles decorativos que los propietarios quisieron restaurar, pero con el máximo aprovechamiento de un espacio reducido gracias a una nueva distribución.
El nuevo diseño comunica mejor las habitaciones y es más abierto. Además, ha incorporado espacio de almacenamiento a doble altura, aprovechando los altos techos, suficiente para las necesidades de una familia con un bebé y todo lo que ello conlleva.
La zona de almacén se abre, por un lado, hacia el dormitorio como armario ropero y, por otra, al pasillo, cerca de la cocina, donde cumple funciones de despensa y lavandería.
La cocina está separada de la sala de estar por una nueva pared de madera y vidrio que mantiene la comunicación entre los dos espacios y, al mismo tiempo, los define y separa. Las puertas de madera se restauraron y se replicaron las molduras allí donde faltaban.
El cuarto del bebé se abre hacia la sala de estar mediante una puerta de doble hoja, de forma que se amplía el espacio y, por otro lado, permite una fácil vigilancia.
Se añadieron molduras allí donde habían desaparecido, replicando las originales para dar cohesión al proyecto.
Para los suelos se eligieron dos tipos de pavimento. Por un lado madera colocada en forma de espiga en las zonas menos transitadas, y baldosa cerámica en blanco y negro para la cocina, el baño y el pasillo.
Todos los detalles se han elegido cuidadosamente, desde los pomos de porcelana de las puertas hasta los interruptores para crear un interior cálido y acogedor. Una sensación que se subraya con la elección de una paleta de colores en blanco y negro, gris y marrón que se usa en toda la casa, desde suelos y paredes hasta muebles y tapicerías.
Para los suelos se eligieron dos tipos de pavimento. Por un lado madera colocada en forma de espiga en las zonas menos transitadas, y baldosa cerámica en blanco y negro para la cocina, el baño y el pasillo.
Todos los detalles se han elegido cuidadosamente, desde los pomos de porcelana de las puertas hasta los interruptores para crear un interior cálido y acogedor. Una sensación que se subraya con la elección de una paleta de colores en blanco y negro, gris y marrón que se usa en toda la casa, desde suelos y paredes hasta muebles y tapicerías.
Para más información visiten: Homelabdesign
Vía: decoramus
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