La butaca es un mueble que aporta distinción y buen gusto sea cual sea el lugar de la casa en el que lo pongamos. La butaca blanca, por su color, es adaptable a diferentes estilos de decoración.
Cualquier salón o habitación al que le queramos aportar un toque de estilo y personalidad, ha de incluir una butaca blanca entre sus muebles.
La butaca blanca como concepto
Las artes decorativas han ido evolucionando con el paso del tiempo. Si hace años, el sofá era único y exclusivo para descansar, de unos años para aquí, las butacas están ganando terreno, tanto por su comodidad como por su función decorativa. La butaca blanca es un mueble capaz de crear armonía y sensación de amplitud, ya que la tonalidad blanca siempre ha estado asociada al descanso y a la pulcritud en cuanto a temas decorativos.
Una de las grandes ventajas de las butacas blancas es que es fácilmente combinable con el resto de los muebles, y admite diferentes estilos.
Diferentes estilos para la butaca blanca
La butaca blanca es un complemento decorativo perfecto para nuestro salón, ya que reduce la sensación de voluminosidad que puede provocar un sofá y además el color blanco introduce en la habitación un toque de luz y elegancia sea cual sea el estilo con el que esté decorada la habitación.
La butaca blanca queda preciosa con muebles vintage, con decoraciones estilo retro y también en salones con un aspecto más vintage. Existen diferentes tipos de butacas, que serán la clave para acertar con nuestra propuesta en diferentes lugares de nuestra casa:
Butacas modernas y retro: son ideales para ambientes juveniles y para casas con una decoración contemporánea. Destacan las butacas blancas con tres patas, sin reposabrazos, de estilo zig-zag… Combínelas con las cortinas para acertar.
Butacas de estilo antiguo: orejeras y butacas más voluminosas para crear un ambiente más clásico y cálido.
Cualquier salón o habitación al que le queramos aportar un toque de estilo y personalidad, ha de incluir una butaca blanca entre sus muebles.
La butaca blanca como concepto
Las artes decorativas han ido evolucionando con el paso del tiempo. Si hace años, el sofá era único y exclusivo para descansar, de unos años para aquí, las butacas están ganando terreno, tanto por su comodidad como por su función decorativa. La butaca blanca es un mueble capaz de crear armonía y sensación de amplitud, ya que la tonalidad blanca siempre ha estado asociada al descanso y a la pulcritud en cuanto a temas decorativos.
Una de las grandes ventajas de las butacas blancas es que es fácilmente combinable con el resto de los muebles, y admite diferentes estilos.
Diferentes estilos para la butaca blanca
La butaca blanca es un complemento decorativo perfecto para nuestro salón, ya que reduce la sensación de voluminosidad que puede provocar un sofá y además el color blanco introduce en la habitación un toque de luz y elegancia sea cual sea el estilo con el que esté decorada la habitación.
La butaca blanca queda preciosa con muebles vintage, con decoraciones estilo retro y también en salones con un aspecto más vintage. Existen diferentes tipos de butacas, que serán la clave para acertar con nuestra propuesta en diferentes lugares de nuestra casa:
Butacas modernas y retro: son ideales para ambientes juveniles y para casas con una decoración contemporánea. Destacan las butacas blancas con tres patas, sin reposabrazos, de estilo zig-zag… Combínelas con las cortinas para acertar.
Butacas de estilo antiguo: orejeras y butacas más voluminosas para crear un ambiente más clásico y cálido.
Vía: Westwing
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