Suave y delicada, una butaca balancín siempre encuentra sitio en una casa acogedora. Las tiene en diversidad de estilos, en diseño de silla o sillón, y en los colores que usted quiera. En el dormitorio, en el porche o en el salón, apueste por la belleza de una butaca balancin.
En la actualidad se tiende a destinar a la butaca balancín al período de lactancia, lo cual es un acierto tremendo. Sin embargo, ¿por qué no disfrutar de una butaca balancín toda la vida?.
Disfrute de esa butaca balancín que le enamora
Una butaca balancín o una silla mecedora es, simplemente, un asiento cuyas patas o base se fijan a dos piezas levemente curvadas, para hacer posible un agradable balanceo. Encontramos el origen de este tipo de butaca en Inglaterra. En un principio se colocaba, a un sillón corriente, un balancín a cada lado. Solo se las utilizaba en exteriores. Alrededor del año 1725 comienzan a fabricarse las sillas mecedoras propiamente dichas.
El diseño de mimbre tuvo su auge en Estados Unidos, en el siglo XVIII. Incluso se cree que Benjamín Franklin tuvo algo que ver en ello. A propósito, en América la diversidad de sillas mecedoras siempre han gozado de inmensa popularidad. Con el paso del tiempo, la butaca balancín comenzó a instalarse en la habitación del bebé, pues resultan grandiosas para lactancia y para arrullar a los pequeños. Cualquiera sea su uso, es inspiradora de confort y tradición.
Estilos de una butaca balancin
Le contaremos ahora algunos de los estilos que puede delatar una butaca balancín, además de las Eames, idílicas en habitaciones de estilo nórdico:
La butaca balancín o mecedora cuello de cisne, netamente vintage, es ideal para un salón clásico, junto a una lámpara antigua. Un gran cojín de crochet granny les queda genial.
El sillón mecedora de madera curvada se asocia con la creación de Michael Thonet. Intégrelo en un comedor con este tipo de sillas, una mesa de madera maciza y un aparador buffet antiguo. Si añade una vitrina con platos heredados, la escena le cautivará.
La butaca mecedora Adirondack actual aparece fabricada con tablas de madera planas. Quedan de maravilla en el porche, con cojines coloridos a la última.
Una butaca balancín tapizada y mullida es la ideal para la lactancia. Combínela con las cortinas, la colcha y la alfombra de la habitación del bebé.
Disfrute de esa butaca balancín que le enamora
Una butaca balancín o una silla mecedora es, simplemente, un asiento cuyas patas o base se fijan a dos piezas levemente curvadas, para hacer posible un agradable balanceo. Encontramos el origen de este tipo de butaca en Inglaterra. En un principio se colocaba, a un sillón corriente, un balancín a cada lado. Solo se las utilizaba en exteriores. Alrededor del año 1725 comienzan a fabricarse las sillas mecedoras propiamente dichas.
El diseño de mimbre tuvo su auge en Estados Unidos, en el siglo XVIII. Incluso se cree que Benjamín Franklin tuvo algo que ver en ello. A propósito, en América la diversidad de sillas mecedoras siempre han gozado de inmensa popularidad. Con el paso del tiempo, la butaca balancín comenzó a instalarse en la habitación del bebé, pues resultan grandiosas para lactancia y para arrullar a los pequeños. Cualquiera sea su uso, es inspiradora de confort y tradición.
Estilos de una butaca balancin
Le contaremos ahora algunos de los estilos que puede delatar una butaca balancín, además de las Eames, idílicas en habitaciones de estilo nórdico:
La butaca balancín o mecedora cuello de cisne, netamente vintage, es ideal para un salón clásico, junto a una lámpara antigua. Un gran cojín de crochet granny les queda genial.
El sillón mecedora de madera curvada se asocia con la creación de Michael Thonet. Intégrelo en un comedor con este tipo de sillas, una mesa de madera maciza y un aparador buffet antiguo. Si añade una vitrina con platos heredados, la escena le cautivará.
La butaca mecedora Adirondack actual aparece fabricada con tablas de madera planas. Quedan de maravilla en el porche, con cojines coloridos a la última.
Una butaca balancín tapizada y mullida es la ideal para la lactancia. Combínela con las cortinas, la colcha y la alfombra de la habitación del bebé.
Vía: Westwing
No hay comentarios:
Publicar un comentario