Cierre los ojos y visualice un interior de estilo nórdico. Nos aventuramos a decir que la vivienda que ha imaginado está decorada en tonos blancos y grises, que las piezas que lo amueblan son sencillas y funcionales, sin muchos adornos, y que las estancias pueden resultar un poco frías o incluso, algo impersonales. Pero hay otros interiores nórdicos más cálidos y coloridos, ricos en texturas y adornos. Hoy visitamos uno de ellos.
Distribución clara, desahogada y funcional
Aventurarse en la tarea de reformar un piso cuya construcción se sitúa hace 100 años no es siempre fácil. Cierto es que un edificio de estos, en las grandes ciudades, ya ha sufrido alguna reforma más durante todos esos años, por seguridad más que nada. Situado en un edificio 1903, de la isla de Södermalm, ya al entrar en este percibimos el carácter de la decoración, un apartamento elegante, lleno de personalidad y detalles en pleno centro de la ciudad de Estocolmo. Aquí descubrimos las que serán las dos reglas fundamentales de proyecto: pavimento cálido y envolvente neutra. Además una bonita puerta de reja restaurada nos da la bienvenida.
Claroscuro
La casa nos recibe directamente desde la cocina, un diseño abierto y holgado. Ya desde este punto el proyecto nos muestra el cuidado carácter personal del diseño, con una paleta de colores que se atreve con tintes intensos que aportan profundidad, combinados con acabados más suaves y claros para conseguir un discurso a la vez sobrio y relajado. Los módulos revestidos en gris proponen un marcado contraste de formas y materiales. El pavimento de madera de roble cubre toda la superficie del suelo, salvo en las zonas húmedas, y ofrece un soporte cálido y natural sobre el que dar forma a los espacios.
Toques de estilo mid-century
La estancia principal de la casa presume de luz y amplitud, donde la decoración con piezas más clásicas renovadas y alguna más moderna de diseño conviven perfectamente. El espacio se envuelve de blanco en paredes y techos, como si de un lienzo se tratara. Un lugar donde exhibir las piezas de arte y mobiliario. Formas y colores, los tonos azules bailan en los interiores creando una escena personal y cuidada. Los toques mid-century en azul del mueble aparador, el gris del sofá y las notas de cuero de la pareja de sillas salpican este selecto espacio de cuidado diseño. Del estado original de la vivienda se recuperan las puertas y ventanas, dando un bonito alzado de cuarterones de madera y vidrio, molduras y rosetones, que aportan cierto tono clásico a los espacios. Acabados modernos y diseño actual nórdico, con retoques de principio de siglo.
Atmósfera acogedora
Y en el dormitorio, la acertada combinación de tejidos, materiales y estampados, en forma de lienzos y murales, nos invita al descanso. Con una paleta cromática natural y texturas en tonos intensos dominado por el azul, incluye piezas icónicas de mobiliario. Más que la cama, es en sí el conjunto lo que le da a este dormitorio ese aire tan selecto y sofisticado que buscamos. La luz natural es el soporte de toda la estancia, y los techos, suelos y carpinterías la visten con aire bohemio formal.
Diseño con piezas históricas
Cada espacio es una nueva oportunidad de intervención, y los diseñadores prestaron especial atención a todos los rincones, sacando el máximo partido de la arquitectura existente. Una pequeña estancia convertida en un bonito y elegante despacho, donde las piezas de diseño restaurado son las que visten el espacio y le otorgan personalidad.
Marcado contraste
El cuarto de baño se concibe con el mismo cuidado y calidad de diseño que cualquier otra estancia. Lo nuevo y lo histórico comparten estancia en un ambiente claro y despejado. El alicatado blanco se eleva cubriendo toda la superficie del baño con un marcado contraste de las juntas en negro, una última lección de sencillez y estilo nórdico. También de diseño, donde toda la estancia exhala frescor y pulcritud.
Para más información visiten: Historiska hem
Vía: habitissimo
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