lunes, 26 de febrero de 2018

Un ático con alma

Vivir en un ático tiene sus ventajas: luz natural, espacio exterior y ambiente tranquilo, lejos del barullo de la calle. Sin embargo, en el diseño de un ático, la generosa superficie de vidrio, apertura de espacios y empleo de nuevos materiales puede llevar a un interior simple, casi aséptico. No es el caso de esta maravillosa vivienda. El estudio de arquitectura Twobo consigue tomar los valores de la tradición constructiva y aderezarlos con materiales naturales y una cómoda distribución, para dar forma a un interior cálido y acogedor.
Diáfano y fluido
La casa, antigua vivienda del portero del edificio y cuarto de instalaciones, se adapta al contorno existente, reconfigurando el interior para adaptar el programa a la nueva familia. Con un esquema diáfano que comunica ambas fachadas, el programa se articula en cadena, siguiendo un orden coherente de uso. Así, el espacio de entrada sirve de nexo entre el comedor y cocina hacia un lado, el salón hacia el otro, y el paquete de dormitorios ocupando la zona central. La circulación entra zonas se realiza de manera fluida, y la cuidada selección de materiales unifica el conjunto.
Estancias con textura
La cocina ocupa un extremo de la casa, con salida directa a la terraza. La luz natural inunda la estancia y el ambiente es cálido y doméstico. La disposición de la encimera en forma de U permite abrir una banda de circulación lateral, remarcando la continuidad espacial del interior. La eliminación del revestimiento de yeso de las paredes revela la superficie del ladrillo original del muro, aderezando el conjunto con color y textura. Las carpinterías originales de madera son restauradas, y la estancia adquiere cierto tono rústico y natural. El blanco de la envolvente ayuda a suavizar la paleta cromática.
Un interior claro y natural
La zona reservada al salón se ubica en el extremo opuesto de la casa. Aquí, el blanco de la envolvente neutraliza la presencia de la madera de roble aplicada en pavimento y detalles de obra. La estancia se acerca al exterior mediante un generoso nicho que alberga un espacio de descanso, como complemento al set de mobiliario. Los tejidos en tonos neutros junto con la claridad ambiental crean un interior honesto y tranquilo. La estancia se abre hacia un lateral para dar paso a la zona anteriormente ocupada por el depósito de agua, donde ahora se sitúan los dormitorios. La luz entra por todas las orientaciones unificando visualmente la intervención y haciendo que el interior respire.
Mobiliario a medida
Un robusto mueble recorre el interior de lado a lado. Siguiendo la línea del muro, el nuevo elemento amplía su grosor para albergar un generoso paquete de espacio de almacenamiento abasteciendo a ambos lados de la casa. Este mueble-tabique se realiza en madera laminada, pudiendo adaptarse a diferentes funciones e incorporando diversos elementos de mobiliario.
Detalle y profundidad
El negro es otro de los protagonistas del proyecto. Lejos de conformarse con una paleta cromática de blancos y tonos tostados, la intervención incluye la profundidad del color oscuro, añadiendo sofisticación al conjunto. Es aquí donde mejor se aprecia la delicadeza en el trato del material y el cuidado del detalle. La escalera de chapa plegada de acero se dibuja con corte limpio y líneas puras y permite apreciar una extrema limpieza en el encuentro con la madera del suelo. Detalles como estos hacen un proyecto especial.
Ambiente bucólico
Arriba, un dormitorio en altura ocupa una zona de altillo cercana a la cubierta. El espacio se envuelve en blanco, suavizando el interior y sumergiéndolo en la claridad de la luz natural que penetra desde la ventana superior. La intimidad y serenidad de la estancia recuerda a escenas de campo, acercando así un proyecto de ciudad a la tranquilidad del mundo rústico.

Reflejos naturales

Tras el mueble longitudinal se esconde la zona más privada de la casa. El baño continúa con el lenguaje de materiales del resto de la intervención, combinando mobiliario de madera sobre fondo blanco. Un elegante zócalo de mármol envuelve la franja inferior de la estancia, reservando la parte superior para una amplia superficie de espejo. El reflejo amplía perceptivamente la profundidad del interior multiplicando la trama del discreto alicatado. La luz natural penetra desde una fisura que corona la pared del lavabo, llenando la estancia de una luz indirecta uniforme. 

Para más información visiten: TWOBO
Vía: habitissimo

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