¡Hora de empezar con la limpieza del hogar! Muebles, suelo, ventanas... ¿No se dejas nada? Los radiadores, esos aparatos encargados de calentar nuestro hogar, también deben incluirse en nuestra limpieza, aunque para algunos resulta una tarea un tanto engorrosa, ya que son puntos en los que se suele acumular una gran cantidad de polvo y suciedad. Le proponemos trucos rápidos y sencillos que le ayudarán a limpiar a fondo todos los rincones de su casa, sin perder demasiado tiempo. Si quiere descubrir cómo limpiar radiadores le recomendamos permanecer atento al siguiente artículo. ¡Quedarán impolutos!
Pasos a seguir:
Antes de empezar con la limpieza a fondo del radiador, queremos hacerle una recomendación. Para que la suciedad no se acumule en este aparato, a veces en rincones imposibles, es aconsejable quitar el polvo a diario, o con bastante frecuencia, al igual que lo hace con el resto de los muebles de su hogar. Con esta tarea, conseguirá hacer un buen mantenimiento del radiador y evitar trabajos engorrosos posteriormente. Eso sí, la limpieza a fondo de este aparato deberá llevarse a cabo una vez al mes. Además, debe tener en cuenta que no limpiar adecuadamente este aparato puede interferir en el buen funcionamiento y la eficiencia del radiador. Si lo mantiene limpio y cuidado, funcionará mejor.
Entre las consideraciones para limpiar un radiador correctamente, destacan las medidas de seguridad. Como ocurre con cualquier aparato, deberá cerciorarse de que está apagado y completamente frío antes de empezar las tareas de limpieza. Por su propia seguridad e higiene, es recomendable, también, utilizar guantes de goma o látex. Y, por último, le recomendamos colocar papel de periódico sobre el suelo o la pared de alrededor del radiador para asegurarse de que el polvo y la suciedad no manchen estas áreas de su hogar mientras las está eliminando del aparato.
Si reúne todos los elementos necesarios para llevar a cabo una buena limpieza, acabar con la suciedad del radiador será coser y cantar. Para ello, deberá tener en cuenta la forma y el tamaño de su radiador. Para esta tarea, necesitará los siguientes instrumentos o herramientas: pistola de aire o secador, trapos, cinta adhesiva, palo delgado (dependiendo del tamaño del radiador), jabón y agua tibia. Si cuenta con una vaporeta en casa, no dude en utilizarla para este proceso, es la mejor opción para que su radiador quede impoluto.
El procedimiento para limpiar un radiador, en sí, es muy sencillo. Lo primero que hay que hacer es eliminar la suciedad superficial y retirar el polvo acumulado. Para removerlo, es necesario utilizar la pistola de aire o el secador, aunque también puede utilizar un aspirador con la boquilla estrecha. En caso de no contar con ninguno de estos aparatos, también le puede servir un plumero. El objetivo es quitar la suciedad en primera instancia, tanto por dentro como por fuera, para que el trabajo posterior sea mucho más fácil y rápido.
Como sabe, los radiadores cuentan con pequeños rincones a los que es difícil acceder. Por eso, le recomendamos preparar su propia herramienta. En uno de los extremos del palo que ha conseguido, pegue un trapo húmedo con un poco de cinta adhesiva y, cuando lo tenga, deberá pasarlo de arriba a abajo por todo el radiador para conseguir que la suciedad se adhiera al paño y el aparato quede más limpio. En los recovecos que no pueda llegar fácilmente, sobre todo externos, deberá utilizar un cepillo para acabar con la suciedad.
A continuación, haga una mezcla de jabón y agua tibia en un recipiente. Empape un trapo y limpie todo el exterior del radiador, después séquelo con un paño seco. Para hacer más efectiva la limpieza, puede utilizar detergente amoniacado. Es importante que el agua jabonosa no quede adherida en el radiador, ya que sino le quedará pegajoso y con manchas más difíciles de eliminar. Recuerde que en este punto la limpieza debe ser exterior y debe evitar que el jabón entre en el interior del radiador para no dañarlo.
Para asegurar el buen funcionamiento de los radiadores, le recomendamos que preste atención a los consejos que mostramos en el artículo Cómo purgar un radiador.
Por último, es importante que elimine toda la suciedad que puede haber alrededor del radiador. Mantener el espacio siempre limpio le ayudará a que el polvo no se acumule en el aparato y reduzca su eficiencia. Por ello, le recomendamos planificar la limpieza del hogar y tener presente estos aparatos, por lo menos, una vez al mes, si quiere mantener su radiador en buenas condiciones y alejado de suciedad y polvo.
Pasos a seguir:
Antes de empezar con la limpieza a fondo del radiador, queremos hacerle una recomendación. Para que la suciedad no se acumule en este aparato, a veces en rincones imposibles, es aconsejable quitar el polvo a diario, o con bastante frecuencia, al igual que lo hace con el resto de los muebles de su hogar. Con esta tarea, conseguirá hacer un buen mantenimiento del radiador y evitar trabajos engorrosos posteriormente. Eso sí, la limpieza a fondo de este aparato deberá llevarse a cabo una vez al mes. Además, debe tener en cuenta que no limpiar adecuadamente este aparato puede interferir en el buen funcionamiento y la eficiencia del radiador. Si lo mantiene limpio y cuidado, funcionará mejor.
Entre las consideraciones para limpiar un radiador correctamente, destacan las medidas de seguridad. Como ocurre con cualquier aparato, deberá cerciorarse de que está apagado y completamente frío antes de empezar las tareas de limpieza. Por su propia seguridad e higiene, es recomendable, también, utilizar guantes de goma o látex. Y, por último, le recomendamos colocar papel de periódico sobre el suelo o la pared de alrededor del radiador para asegurarse de que el polvo y la suciedad no manchen estas áreas de su hogar mientras las está eliminando del aparato.
Si reúne todos los elementos necesarios para llevar a cabo una buena limpieza, acabar con la suciedad del radiador será coser y cantar. Para ello, deberá tener en cuenta la forma y el tamaño de su radiador. Para esta tarea, necesitará los siguientes instrumentos o herramientas: pistola de aire o secador, trapos, cinta adhesiva, palo delgado (dependiendo del tamaño del radiador), jabón y agua tibia. Si cuenta con una vaporeta en casa, no dude en utilizarla para este proceso, es la mejor opción para que su radiador quede impoluto.
El procedimiento para limpiar un radiador, en sí, es muy sencillo. Lo primero que hay que hacer es eliminar la suciedad superficial y retirar el polvo acumulado. Para removerlo, es necesario utilizar la pistola de aire o el secador, aunque también puede utilizar un aspirador con la boquilla estrecha. En caso de no contar con ninguno de estos aparatos, también le puede servir un plumero. El objetivo es quitar la suciedad en primera instancia, tanto por dentro como por fuera, para que el trabajo posterior sea mucho más fácil y rápido.
Como sabe, los radiadores cuentan con pequeños rincones a los que es difícil acceder. Por eso, le recomendamos preparar su propia herramienta. En uno de los extremos del palo que ha conseguido, pegue un trapo húmedo con un poco de cinta adhesiva y, cuando lo tenga, deberá pasarlo de arriba a abajo por todo el radiador para conseguir que la suciedad se adhiera al paño y el aparato quede más limpio. En los recovecos que no pueda llegar fácilmente, sobre todo externos, deberá utilizar un cepillo para acabar con la suciedad.
A continuación, haga una mezcla de jabón y agua tibia en un recipiente. Empape un trapo y limpie todo el exterior del radiador, después séquelo con un paño seco. Para hacer más efectiva la limpieza, puede utilizar detergente amoniacado. Es importante que el agua jabonosa no quede adherida en el radiador, ya que sino le quedará pegajoso y con manchas más difíciles de eliminar. Recuerde que en este punto la limpieza debe ser exterior y debe evitar que el jabón entre en el interior del radiador para no dañarlo.
Para asegurar el buen funcionamiento de los radiadores, le recomendamos que preste atención a los consejos que mostramos en el artículo Cómo purgar un radiador.
Por último, es importante que elimine toda la suciedad que puede haber alrededor del radiador. Mantener el espacio siempre limpio le ayudará a que el polvo no se acumule en el aparato y reduzca su eficiencia. Por ello, le recomendamos planificar la limpieza del hogar y tener presente estos aparatos, por lo menos, una vez al mes, si quiere mantener su radiador en buenas condiciones y alejado de suciedad y polvo.
Vía: UNCÓMO
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