miércoles, 27 de septiembre de 2017

Hotel Sodium en Menorca: oasis para un ‘turn off’.

Sosiego y calma son dos adjetivos asociados a Menorca. Y también, a este novedoso concepto de hotel. Sodium nace de transformar una antigua casa señorial de principios del siglo XX situada en la principal arteria urbana de Ciutadella, en un pequeño hotel, cómodo, práctico, original y diferente. Un mini-oasis de desconexión con solo seis habitaciones diseñadas, sin embargo, para sentirse como en casa. Vida relajada en la Contramurada y con vistas a las terrazas en la céntrica plaza de Artrutx.
Habitaciones con terraza o patio privado, en Sodium todo está pensado para agasajar al huésped: fruta recién cortada, un café a cualquier hora, prensa, asesoramiento sobre las mejores rutas e información local… Por ello, todos estos pequeños-grandes detalles hacen las delicias del visitante.
Por fuera
En primer lugar, encontramos el hermoso casco antiguo de Ciutadella, conocido por su estilo típico medieval. El carácter de la ciudad se puede ver en sus callejones estrechos, suntuosos palacios, arcadas y edificios con balcones de hierro. El casco antiguo es uno de los lugares más bellos de Menorca – y aquí es donde se ubica el Sodium Hotel Boutique.

Por dentro

Hallamos las seis espaciosas habitaciones del hotel, todas con nombres de elementos de la tabla periódica, que optan por un estilo cosmopolita y urbano combinado con obras de arte y mobiliario original, producido especialmente por artistas locales. Una cuidadosa mezcla de detalles en metal y madera completan un interiorismo sereno y 100% respetuoso con el espíritu menorquín.

Apuesta por la simplicidad

En Sodium hotel, remodelado por los arquitectos Sandra Diaz Moll y Miguel Ángel Apesteguia, del estudio Getse Zaid, predomina la simplicidad, en forma de blancos, metálicos, pavimentos de cemento y diseños rectos y muy depurados.
Por ejemplo, al entrar, una gran barra de mármol negro preside la entrada, e incluso las obras de arte, evocan la estética de un loft industrial que contrasta con el pasamanos de hierro forjado y madera de la escalera principal; los techos con vigas vistas; un suelo de mosaico y lámparas y muebles contamporáneos, que hacen un guiño al origen del edificio.

Diseños de autor

Entre su cuidada selección de mobiliario e iluminación, piezas de los Eames editadas por Vitra conviven con lámparas de Flos. Como ejemplo, el espectacular modelo Aim, diseñado por los hermanos Bouroullec, que preside la mesa de la entrada.

Los interruptores por su parte, alternan las series LS 990 Blanco Alpino y LS 990 Les Couleurs Le Corbusier, de Jung. Un elemento funcional que aporta una nota de tecnología, elegancia y modernidad; todo un plus para su cuidado y etéreo diseño interior.

Imágenes, cortesía de Jung.

Para más información visiten: Sodium HotelGetse Zaid
Vía: diarioDESIGN









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