En el tour de hoy vamos a recorrer bastantes kilómetros para conocer un bonito apartamento ubicado en Taipei, Taiwán. Se trata de una vivienda de 120 metros cuadrados cuyo diseño ha sido obra del estudio de arquitectura KplusK y hasta cuyo interior se ha buscado trasladar la naturaleza y un poco de calma en contraste con la frenética vida del resto del barrio. Nos adentramos en esta casa acogedora donde predomina la mezcla de texturas, el uso de la madera y donde el color de los accesorios le da un toque especial a la decoración.
Ubicación de la vivienda
Para comprender el espíritu que se ha querido dar a este apartamento hace falta saber que se encuentra ubicado en el distrito este de la ciudad, un distrito con multitud de edificios y mucho ruido, y poco espacio para disfrutar del silencio y de los paisajes naturales. No obstante, el propietario de esta vivienda ha querido crear una especie de oasis en la vorágine de la gran ciudad a través de una decoración serena y un diseño muy acogedor.
Espacios comunicados
El punto clave consistía en romper la separación y hermetismo del diseño interior tradicional y facilitar la conexión entre cada espacio de la vivienda. De este modo, mejoraba la interacción de las personas que viven en ella y para ello se creó un espacio con áreas abiertas, bien diferenciadas, pero todas ellas decoradas con un estilo similar. Esto implica que los espacios quedan visualmente separados pero todo el ambiente se integra en una zona común que permite que la vivienda parezca más amplia y luminosa.
Los colores de un hogar acogedor
El propietario de esta vivienda viene de Colonia, Alemania, y para él no resulta sencillo encontrar en Taipei un ambiente similar al de su ciudad natal. Por eso, ha introducido en esta casa algunos elementos que le recuerdan a su lugar de origen, como las vigas de madera en el techo y las paredes de ladrillo rojizo.
Materiales y texturas
La vivienda está protagonizada por la madera, tanto en el suelo como en algunos muebles. La zona diáfana está formada por un salón, comedor y cocina, donde destaca una bonita tarima de madera que contrasta con el estilo más industrial que le confieren las paredes de ladrillo. Tonos neutros para una decoración sobria que apuesta por el color a través de los accesorios, como las plantas, el sofá del comedor o los cuadros que alegran la pared del salón.
La naturaleza, muy presente
Además, el propietario de la casa es un gran amante de la naturaleza y concede gran importancia a la vista que hay desde las ventanas. Como el propio entorno de la ciudad no facilitaba este encuentro con lo natural, el equipo de arquitectos dispuso una gran cantidad de plantas en el balcón y fusionó el estilo rural con técnicas más modernas. Algo que podemos ver claramente en el dormitorio.
El cuarto de baño
Si por algo destaca el cuarto de baño es por su espectacular suelo embaldosado, que le confiere un toque vintage en claro contraste con el resto de elementos de la estancia, mucho más modernos, como la pared con azulejos tipo ladrillo, la encimera de madera y mármol blanco y las estanterías de obra.
Para más información visiten: Kplusk
Ubicación de la vivienda
Para comprender el espíritu que se ha querido dar a este apartamento hace falta saber que se encuentra ubicado en el distrito este de la ciudad, un distrito con multitud de edificios y mucho ruido, y poco espacio para disfrutar del silencio y de los paisajes naturales. No obstante, el propietario de esta vivienda ha querido crear una especie de oasis en la vorágine de la gran ciudad a través de una decoración serena y un diseño muy acogedor.
Espacios comunicados
El punto clave consistía en romper la separación y hermetismo del diseño interior tradicional y facilitar la conexión entre cada espacio de la vivienda. De este modo, mejoraba la interacción de las personas que viven en ella y para ello se creó un espacio con áreas abiertas, bien diferenciadas, pero todas ellas decoradas con un estilo similar. Esto implica que los espacios quedan visualmente separados pero todo el ambiente se integra en una zona común que permite que la vivienda parezca más amplia y luminosa.
Los colores de un hogar acogedor
El propietario de esta vivienda viene de Colonia, Alemania, y para él no resulta sencillo encontrar en Taipei un ambiente similar al de su ciudad natal. Por eso, ha introducido en esta casa algunos elementos que le recuerdan a su lugar de origen, como las vigas de madera en el techo y las paredes de ladrillo rojizo.
Materiales y texturas
La vivienda está protagonizada por la madera, tanto en el suelo como en algunos muebles. La zona diáfana está formada por un salón, comedor y cocina, donde destaca una bonita tarima de madera que contrasta con el estilo más industrial que le confieren las paredes de ladrillo. Tonos neutros para una decoración sobria que apuesta por el color a través de los accesorios, como las plantas, el sofá del comedor o los cuadros que alegran la pared del salón.
La naturaleza, muy presente
Además, el propietario de la casa es un gran amante de la naturaleza y concede gran importancia a la vista que hay desde las ventanas. Como el propio entorno de la ciudad no facilitaba este encuentro con lo natural, el equipo de arquitectos dispuso una gran cantidad de plantas en el balcón y fusionó el estilo rural con técnicas más modernas. Algo que podemos ver claramente en el dormitorio.
El cuarto de baño
Si por algo destaca el cuarto de baño es por su espectacular suelo embaldosado, que le confiere un toque vintage en claro contraste con el resto de elementos de la estancia, mucho más modernos, como la pared con azulejos tipo ladrillo, la encimera de madera y mármol blanco y las estanterías de obra.
Para más información visiten: Kplusk
Vía: Decorablog
No hay comentarios:
Publicar un comentario