La vivienda, situada en el Casco Viejo de Bilbao, se presenta como un espacio luminoso y casi desnudo. La propuesta de los arquitectos ha apostado acentuar y poner en valor los pocos elementos constructivos y espaciales preexistentes y en acompañarlos de otros elementos y materiales que enfatizan su esencia.
El reto de adaptar tres apartamentos en uno
El programa que se planteó fue el de dividir la vivienda en tres zonas distintas. Cada una de ellas debía disponer, además de una zona de dormitorio y baño, de una cocina ya que su uso previsto es el de alojamiento turístico. El espacio de ha dividido en dos espacios más reducidos de unos 35 m² y otro más amplio y completo de unos 60m². Este último consta de dos dormitorios con un baño cada uno y un salón abierto a la cocina- comedor. El acceso a todos los apartamentos se realiza a través de un espacio común que funciona como hall de entrada.
La potencia de la luz
La potencia de la luz
Por un lado, la planta rectangular alargada y, por otro, su posición en esquina, hace que sea posible tener numerosas ventanas y miradores. El espacio sorprende por su luminosidad. De hecho, es difícil encontrar viviendas con tanta luz en el Casco Viejo de Bilbao. Por ello, los arquitectos mantuvieron claro su objetivo de que los pocos elementos que se colocaran destacaran pero sin quitar protagonismo a la potencia espacial que encontraron en origen.
Re-descubriendo la estructura
Re-descubriendo la estructura
Lo primero que llama la atención del espacio es la potencia visual que tenía la estructura existente, sobre todo, por la altura del espacio. Uno de los grandes puntos de partida de la reforma consistió en recuperar todos los pilares, retirando el pladur que se había añadido en las sucesivas vidas del edificio. Por ellos se re-descubrió y potenció, planteando toda la estructura como vista. Pintada de blanco resulta uno de los puntos fuertes de la intervención. La madera del pavimento nuevo completa la premisa de que muchas veces no es necesario complicarse para un resultado magnífico.
Materiales recuperados
Como la vivienda estaba en desuso, no se pudo recuperar ningún elemento existente como hubiera sido la intención de los arquitectos. Pero se decidió tener especial cuidado en utilizar materiales de la época. Por ejemplo las puertas de madera son piezas originales que se han recuperado de otras obras. Lo único que se hizo con ellas fue decaparlas, cambiar los vidrios en aquellas que los tuvieran y ajustar los herrajes. Las baldosas hidráulicas del hall de entrada están hechas a mano y son similares a las que se usaban en este tipo de edificios del Casco Viejo de Bilbao.
Como la vivienda estaba en desuso, no se pudo recuperar ningún elemento existente como hubiera sido la intención de los arquitectos. Pero se decidió tener especial cuidado en utilizar materiales de la época. Por ejemplo las puertas de madera son piezas originales que se han recuperado de otras obras. Lo único que se hizo con ellas fue decaparlas, cambiar los vidrios en aquellas que los tuvieran y ajustar los herrajes. Las baldosas hidráulicas del hall de entrada están hechas a mano y son similares a las que se usaban en este tipo de edificios del Casco Viejo de Bilbao.
Mezcla con materiales minimalistas
Para conseguir una sensación de mayor amplitud y luminosidad se ha intentado mantener aperturas visuales entre las distintas estancias y se han realizado espacios abiertos interconectados entre sí. De hecho, es posible ver en una sola perspectiva la longitud completa de toda la vivienda.
Los elementos “vintage” se ha querido combinar con otros actuales. De este modo, el planteamiento de las mamparas, cocinas, mobiliario o luminarias, se han diseñado como elementos sencillos de líneas minimalistas que aportan sencillez.
Los elementos “vintage” se ha querido combinar con otros actuales. De este modo, el planteamiento de las mamparas, cocinas, mobiliario o luminarias, se han diseñado como elementos sencillos de líneas minimalistas que aportan sencillez.
Un dormitorio con solo lo necesario
Al tratarse de unos apartamentos turísticos, los dormitorios solo necesitan lo necesario para una corta estancia. La sensación de serenidad del blanco y los materiales sencillos ayudan a descansar. Ropa de cama clara, mesillas de noche ligeras y luminarias minimalistas ayudan a que los huéspedes se encuentren un espacio acogedor.
La importancia de los detalles
Cuando está fuera de casa es importante sentirse como en ella, pero idealmente con pocos elementos que no sobrecargan el espacio y permitan a cada huésped "colonizarlo". Por ellos, la combinación de espacios neutros y limpios con detalles especiales es una combinación ganadora. En este caso, el rincón de la mesa redonda de madera, con un par de sillas metálicas y una lámpara colgante es perfecto para desayunar, leer o hacer una comida rápida.
Cuando está fuera de casa es importante sentirse como en ella, pero idealmente con pocos elementos que no sobrecargan el espacio y permitan a cada huésped "colonizarlo". Por ellos, la combinación de espacios neutros y limpios con detalles especiales es una combinación ganadora. En este caso, el rincón de la mesa redonda de madera, con un par de sillas metálicas y una lámpara colgante es perfecto para desayunar, leer o hacer una comida rápida.
Baños con las mismas premisas
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