El estudio parisino Septembre Architecture ha renovado los interiores de este pequeño apartamento, situado en el distrito XI de París, en el margen derecho del río Sena, repartiendo los 60 m2 de la vivienda entre la sala de estar, el comedor, la cocina, una oficina, el baño y el único dormitorio ya que el piso pertenece a una pareja sin hijos.
Los arquitectos eliminaron todas aquellas paredes innecesarias para crear una secuencia de estancias conectadas. En la nueva distribución, las habitaciones están alineadas para optimizar la circulación y crear una continuidad visual.
Al contrario de lo que ocurre en espacios de dimensiones pequeñas, donde se tiende a reducir el número de materiales para ampliar visualmente el espacio, aquí se personalizó cada una de las estancias con un suelo diferente. Hay suelos de madera natural, de madera pintada, de hormigón pulido y de mosaico. Algunos son nuevos y otros recuperados de la propiedad original.
El salón, el comedor y la cocina se distribuyen en un ambiente diáfano con dos tipos de pavimentos: madera natural en la sala de estar y la zona de comedor, y hormigón pulido en la cocina, que se combina con el color gris del mobiliario.
En el estudio de planta alargada y estrecha, situado junto a la sala de estar, el suelo es de baldosas realizado con trozos de azulejos rotos de diferentes colores. Las librerías quedan a la espalda de la zona de trabajo, de modo que no molestan y se evita la sensación de agobio.
El pavimento de la habitación está pintado de blanco para mantener la sensación de luminosidad y neutralidad del espacio, que invita a relajarse y descansar. Sin estar completamente cerrado, el vestidor se ha colocado detrás de una pared que también hace de cabezal.
Una puerta de cristal separa el dormitorio y el baño asegurando que la luz que entra por la ventana del cuarto baño llegue a las habitaciones cercanas. El mosaico de forma hexagonal utilizado en esta estancia es también predominantemente blanco, con detalles en negro que combinan con el marco de la puerta, el mueble y la estantería de la pared. Un gran espejo colocado en la pared crea la sensación de que el conjunto de espacios se extienden hasta el infinito, superando cualquier barrera física.
Para más información visiten: Septembre Architecture
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