El Sofa Compact fue diseñado en 1954 por el prolífico matrimonio de arquitectos Charles & Ray Eames para su propia casa en California, una más de sus múltiples obras de arte convertidas en icono del mueble de mitad de siglo. El sofá les gustó tanto que desarrollaron una versión completamente autónoma (primero en alambre y después en el modelo actual) que no se ha dejado de producir desde entonces.
A primera vista el Compact ya se aleja del concepto de sofá tradicional, pues los Eames prescindieron de los brazos para darle un aspecto más ligero, minimalista y moderno. Además, lo concibieron con una particularidad muy especial: su alto respaldo, dividido en dos mitades longitudinales, es abatible y se pliega sobre el asiento como si de una liviana silla se tratara, permitiendo un fácil almacenamiento y transporte.
Compuesto por una sólida estructura de acero cromado, patas tubulares con goma antideslizante y almohadones de espuma tapizada en tela o cuero de distintos tonos y estampados con cordones ribeteados, el sofá Compact dispone de un asiento elástico y suave que lo convierten en un sofá tan cómodo como uno tradicional pero de estética mucho más ligera y “compacta”.
Además, este sofá, de 180cm de ancho, 70cm de fondo y 88cm de alto, tiene un tamaño perfecto para pisos y apartamentos pequeños, habitualmente demasiado justos para dar cabida a un sofá tradicional, aunque por supuesto también queda perfecto en habitaciones amplias a las que aporta un aire moderno y cosmopolita.
En resumen, una bonita pieza de mediados del siglo XX cuyo esbelto y limpio perfil la convierte en una pieza perfecta para decorar suites de ejecutivo, zonas de espera de hoteles y oficinas así como salones o habitaciones de cualquier hogar de estilo nórdico o contemporáneo.
Para más información visiten: Herman Miller
Vía: Decofilia
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