La decoración con espejos abarca todo un mundo de posibilidades, existe tal variedad de estilos y formatos como formas de emplearlos. En anteriores artículos pudimos ver distintas fórmulas para sacarles partido como por ejemplo según su contexto en la decoración de baños, aprendiendo cómo iluminarlos correctamente y opciones variadas para decorar con ellos el resto de áreas de la casa alternando sus combinaciones y composiciones. Hoy los descolgamos de la pared para ofrecer un nuevo punto de vista: la decoración con espejos apoyados en el suelo. ¿Parece extraño? Pues no lo es en absoluto, esta tendencia, cada vez más en alza, propicia espacios relajados y desenfadados y se adapta tanto a estilos contemporáneos y minimalistas como a los más rústicos y bohemios.
En cualquier entrada de una casa resulta imprescindible tener con un espejo, bien para multiplicar la luz natural, aumentando así visualmente el espacio, o bien para tener siempre a mano la posibilidad de contar con esos retoques de última hora antes de salir por la puerta. Sea cual sea la razón, un espejo apoyado en el suelo de gran formato es una original manera de decorar este espacio, rompiendo así con los esquemas tradicionales, aunque siempre infalibles, de colocar un espejo horizontal sobre la consola. Esta nueva versión, a un lado y en vertical, proporciona al espejo un mayor protagonismo, otorgándole un efecto visual imponente, a la vez que ofrece un ambiente más moderno y desenfadado.
Esta estancia de la casa suele ser en la que menos tiempo pasamos, o al menos despiertos y conscientes puesto que al final el uso principal que le damos es el de dormir. Es por ello que mucha gente gasta el tiempo y dinero justo en su decoración. Sin embargo, podemos darle una vuelta de tuerca y convertir nuestro dormitorio en un rincón muy especial; si ubicamos uno de esos grandes espejos en el suelo, con un impactante diseño, junto a la mesilla o junto a una butaca, el resultado puede tan impactante que no tendrá nada que envidiarle al resto de estancias de la casa. El dormitorio lucirá un aire más romántico y bohemio que además puede servir como espacio de apoyo al vestidor o como zona de tocador.
El Salón
Los espejos en el salón aportan un toque de sofisticación al ambiente, aquí se repite la situación del recibidor. Cuando optamos por introducir un espejo en nuestro salón, siempre lo ubicamos en horizontal y sobre el sofá, al igual que en los espacios de comedor. Sin embargo, no hay por qué hacerlo únicamente de ese modo, también es posible colocar un par de ellos tras el sofá, junto a un aparador o incluso en una esquina. Decantarnos por este nuevo punto de vista es una opción más que acertada si buscamos originalidad, pero también si contamos con un salón pequeño, ya que dispuestos en vertical alargan visualmente en altura el espacio.
Como ven, decorar con espejos apoyados en el suelo funciona estupendamente en cualquier estancia de la casa.
Vía: Decofilia
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