La gastronomía peruana sigue de moda. Para disfrutar de esta cocina tan especial, que mezcla influencias tradicionales peruanas, japonesas y chinas, Barcelona dispone de un nuevo local: el restaurante Kokka. Una recóndita e íntima barra cuyo interiorismo, al igual que su cocina, mezcla y fusiona culturas. Una atmósfera que propone ser disfrutada con los cinco sentidos.
El Kokka ofrece una carta de gran calidad gracias a su chef Oswaldo Llanos, formado en los mejores restaurantes peruanos y que aporta su toque personal en un local para pocos comensales.
Jorge Clos, en su proyecto decorativo, quiere expresar lo que ofrecerá la cocina: con un diseño muy puro, de materiales nobles, con toques coloristas de estilo japonés, exótico y propio de la cocina peruana.
El Kokka está dividido en dos zonas diferenciadas que siguen cada una su propio estilo. En la primera, los comensales pueden sentarse en unas mesas altas con taburetes acompañados de fotografías de personajes peruanos en blanco y negro, o también en la gran barra que da directamente a la cocina y donde se puede observar el trabajo de los cocineros.
Así, en este espacio se puede ver cocinar y degustar causas, ceviches, tiraditos, tartares o tatakis.
En la segunda zona, los clientes encuentran un ambiente más relajado e íntimocon mesas de hierro forjado, objetos de cerámica, toques dorados, un gran sofá de terciopelo naranja y unas paredes decoradas con papel de hojas verdes.
Los grandes protagonistas en todo el restaurante, con capacidad para 25 personas, son las maderas nobles y el color, que crean un interior acogedor, funcional y con carácter. Un ambiente perfecto para gozar de una cena con una carta muy diferente.
Así, en este espacio se puede ver cocinar y degustar causas, ceviches, tiraditos, tartares o tatakis.
En la segunda zona, los clientes encuentran un ambiente más relajado e íntimocon mesas de hierro forjado, objetos de cerámica, toques dorados, un gran sofá de terciopelo naranja y unas paredes decoradas con papel de hojas verdes.
Los grandes protagonistas en todo el restaurante, con capacidad para 25 personas, son las maderas nobles y el color, que crean un interior acogedor, funcional y con carácter. Un ambiente perfecto para gozar de una cena con una carta muy diferente.
Para más información visiten: Kokka
Vía: diarioDESIGN
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