Las cortinas y perchas magnéticas son algunas muestras de los avances que se vienen experimentando a través de la modernización de algunos tradicionales sistemas de decoración y almacenamiento. En definitiva, se trata de una manera de insertarse en un mundo donde las tendencias futuristas comienzan a ocupar un rol importante; incluso en algunos casos quitándole el acostumbrado protagonismo a piezas clásicas.
La función habitual de cada objeto no es alterada, por lo que las cortinas seguirán sirviendo para regular el ingreso de luz a los ambientes y continuarán siendo un importante complemento a la hora de calefaccionar las habitaciones. Por otra parte, las perchas no dejarán de suplir las necesidades de almacenamiento, pero lo cierto es que el magnetismo les otorga mucha mayor prestancia y funcionalidad.
Las cortinas y perchas magnéticas tienen diferentes creadores pero persiguen la misma ideología, que es la del aprovechamiento de un factor tan productivo como lo es el magnetismo. En el caso de las primeras nombradas, el estudiante de diseño holandés Florian Kräutli pensó y desarrolló una tela a la que puede dársele cualquier forma que se desee sin que la misma varíe por influencia del viento u otros factores externos.
El secreto de su diseño se centra en la incorporación casi invisible de cientos de imanes dispersos de modo uniforme que trabajan junto a una rejilla de pliegues prefabricados que facilitan la manipulación de cada cortina.
Las cortinas y perchas magnéticas pueden agruparse en un mismo segmento de acuerdo a su obvia característica en común, pero la función de las perchas es muy específica y varía con respecto a las tradicionales por ser poseedoras de una mayor capacidad de aprovechamiento del espacio.
El principal beneficio de la creación del alemán Goerg Dwalischwili y la letona Janis Karklins es la de eliminar el uso del gancho, ganando alrededor de seis centímetros en relación vertical con respecto a los clásicos diseños.
Vía: Decoracionia
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