Seguramente la mayoría de nosotros hemos vivido en casas donde había un armario con puertas revestidas de espejos, o por lo menos hemos visitado alguna vez una vivienda donde las tenían. En los años setenta y ochenta causaban furor, y la verdad es que los espejos resultan muy prácticos, además de ampliar visualmente el espacio y aportar luz a las habitaciones más oscuras. Pero las tendencias actuales no dan tanto protagonismo a los espejos, y podemos intentar renovar nuestros armarios por poco dinero, consiguiendo excelentes resultados.
Pintar superficies de espejo es complicado al no ser porosas, aunque se puede hacer. Mi consejo es que dejen alguna de las puertas con la luna de espejo para poder aprovecharla y renueven el resto. El espejo se puede pintar aplicando una selladora especial para azulejos y revestimientos cerámicos con un rodillo para esmaltar. Una vez seca, sólo hay quedarle dos o tres manos de esmalte acrílico del color que nos interese; por supuesto, tendremos que tapar con cinta de carrocero las zonas que no vayamos a pintar y retirarla una vez la pintura esté aplicada. Como inspiración tienen armarios como éste en blanco y negro, con líneas curvas; pueden dejar algunos círculos sin pintar para conservar el espejo en parte.
Una solución más rápida y sencilla es revestir los vidrios con vinilos, plásticos o papeles autoadhesivos. Los hay de colores, transparentes, metalizados, con efecto madera... Y también haciendo formas y motivos, una tendencia de lo más actual. Otra opción es forrar las superficies con tela, pegándola con adhesivo de contacto y cubriendo los bordes con molduras de madera cortadas a inglete. Si se animan a renovar sus puertas de espejo, ¡seguro que se quedarán sorprendidos con los resultados!
Vía: Deco Estilo
No hay comentarios:
Publicar un comentario