jueves, 12 de septiembre de 2013

Fundas para sofás, sillas, mesas… ¡y renovar la casa sin gastar!

Las épocas de crisis nos invitan a ser más razonables con los gastos y a mirar cada euro antes de emplear el dinero en caprichos. Por eso, renovar la casa con fundas para sofás, sillas o mesas puede ser una estupenda idea cuando determinadas piezas del mobiliario se han deteriorado estéticamente, pero pueden seguir cumpliendo su función un tiempo más.

Afortunadamente, hay nuevas soluciones para “estirar” la vida útil de sofás, sillas e incluso mesas. Se trata de las fundas, una “segunda piel” que impide que el presupuesto se descalabre con la compra de muebles para la casa en época de “vacas flacas”. Además, las fundas también permiten salvaguardar las tapicerías delicadas del rápido deterioro que sufren cuando hay niños y mascotas en casa.
Fundas para sofás y sillones
Básicamente existen tres tipos de fundas para sofás: los plaids o grandes fulares, las fundas elásticas y las fundas ajustables.
El gran fular o plaid es una simple tela de gran tamaño multiuso, que sirve igual como colcha para una cama que para cubrir un sofá. Suelen estar hechas en telas frescas, fáciles de lavar y con bonito estampado y textura.
La funda ajustable guarda de alguna manera las formas del sofá y permite cubrir las tapicerías de forma sencilla. El ajuste se produce mediante lazadas, velcros, etc. Con un poco de maña, es fácil dejar el sofá con un aspecto impecable. Los tejidos lisos son los de elección para este tipo de solución. Los precios van de 35 a 55 euros, según número de plazas del sofá.
La funda elástica está hecha con tejidos que llevan fibras tipo elastano o Spandex. Esta pieza actúa realmente como una “segunda piel” del sofá o los sillones orejeros, permitiendo cubrir éstos como si se tratara de la propia tapicería original. Los precios van de 70 a 105 euros en El Corte Inglés.
Quilts cubresofás
Son una solución interesante para cubrir tapicerías cuando hay niños y mascotas en casa. Se quitan fácilmente para lavarlos y permiten un ajuste fácil sobre el respaldo, el asiento y los brazos del sofá o sillón por su forma en cruz. Son muy cómodos y agradables durante el invierno porque su tejido acolchado aporta calidez y confort. Precios, de 50 a 70 euros.
Fundas para sillas
Las fundas para sillas permiten desde utilizar unas viejas sillas en una casa de estreno a la espera de ahorrar para comprar un buen comedor hasta proteger unas sillas delicadas del embate de niños, mascotas y un uso extensivo de las mismas.
Las fundas para sillas pueden ser desde simples cojines acolchados y ajustables que respetan la forma del asiento y se ajustan en el respaldo mediante tiras con velcro o lazadas (desde 7 euros en Ikea) hasta fundas  de tela completas que “visten” la silla de arriba abajo. Las primeras son prácticas y cómodas para un “quita y pon” continuo que permita lavarlas a menudo. Las fundas completas para sillas pueden servir para ocultar unas sillas poco agraciadas, pero también para vestir las sillas en las ocasiones especiales.  Por esa razón los salones de celebraciones han optado por esta fórmula para vestir las ocasiones especiales de una forma sencilla y práctica.
Si se quiere optar por una solución casera y muy económica, se pueden crear unas fundas sencillas hechas a medida. Sólo hace falta una tela de loneta sencilla con la forma del asiento, a la que se cosen cuatro pares de bieses en las cuatro esquinas, que permitan ajustar la funda a las cuatro patas de la silla.
Mesas enfundadas
Las mesas camilla son un clásico de las casas de siempre que de vez en cuando vuelve a ponerse de moda. Una mesa redonda cubierta con unas faldas es una excelente solución para crear un rincón acogedor en la casa, tanto si es en el comedor como si se trata de un cuarto de estar o un dormitorio con vistas. En internet es fácil encontrar el patrón y las explicaciones necesarias para crear unas faldas para mesa redonda, ya que básicamente se trata de saber cortar la tela de la forma correcta.
Las mesas cuadradas y rectangulares también pueden enfundarse de forma sencilla. De esta forma, cualquier mesa sencilla, por no decir fea, puede resultar un foco de atención muy atractivo en la casa si se viste con una funda ajustada al tablero superior mediante una tabla en cada una de las esquinas. Las faldas quedan abiertas por cada una de las cuatro esquinas, de forma que se pueden situar debajo un par de baldas para almacenar cosas.

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