Sinceridad, pureza de líneas y un nombre que reflejara una gran personalidad. Así nació Canalla, una taquería en San Pedro, “el municipio modelo de México” situado en el estado de Nuevo León. El estudio de diseño mexicano Manifiesta Futura ha puesto todo lo que más le gusta de los tacos al servicio del cliente.
Canalla es una taquería que quiere alejarse del concepto clásico de los restaurantes de degustación de esta comida convertida en insignia arquetípica de México, y para ello ha querido emplear un diseño gráfico muy marcado que destaca en el local.
El exterior está pintado en negro, conectando con la pared principal del interior, pero la madera es protagonista absoluta de la decoración. El pino en crudo, sin tratar, aporta un aspecto temporal al tiempo que acogedor, “casero”, algo muy buscado para huir de la industrialización de la preparación de los tacos. Accesorios de decoración de estilo vintage mantienen ese toque que convierte el espacio en un éxito de convocatoria para gente de todas las edades. Destacan las cajas antiguas de refrescos, en madera, empleadas en el mueble que separa el comedor de la cocina.
Toda la imagen corporativa ha sido muy trabajada. Un logotipo minimalista, una tipografía cuidada y en colores de fuerte contraste, blanco y negro contrapuestos con turquesa si se quiere un toque más animado, aparecen en los menús y las etiquetas de salsas, hechas in situ.
Para más información visiten: Manifiesto Futura
Vía: diarioDESIGN
Canalla es una taquería que quiere alejarse del concepto clásico de los restaurantes de degustación de esta comida convertida en insignia arquetípica de México, y para ello ha querido emplear un diseño gráfico muy marcado que destaca en el local.
El exterior está pintado en negro, conectando con la pared principal del interior, pero la madera es protagonista absoluta de la decoración. El pino en crudo, sin tratar, aporta un aspecto temporal al tiempo que acogedor, “casero”, algo muy buscado para huir de la industrialización de la preparación de los tacos. Accesorios de decoración de estilo vintage mantienen ese toque que convierte el espacio en un éxito de convocatoria para gente de todas las edades. Destacan las cajas antiguas de refrescos, en madera, empleadas en el mueble que separa el comedor de la cocina.
Toda la imagen corporativa ha sido muy trabajada. Un logotipo minimalista, una tipografía cuidada y en colores de fuerte contraste, blanco y negro contrapuestos con turquesa si se quiere un toque más animado, aparecen en los menús y las etiquetas de salsas, hechas in situ.
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