Para este tipo de aplicaciones, el cristal más indicado es el vidrio laminado, ya que otorga mayor resistencia y protección; confiables a toda prueba, pues están fabricados con una lámina de butiral de polivinilo atrapada entre dos vidrios.
Los vidrios laminados, se caracterizan por impedir el desprendimiento del cristal al momento de quebrarse. Si éste se llegase a romper, conserva su integridad lo cual evita riesgos de ser traspasado.
Dado el avance tecnológico, hoy existen distintas aplicaciones para el cristal en suelos, algunos ejemplos son:
. Baldosas de cristal
. Pasarelas acristaladas
. Suelos de cristal iluminados por debajo
. Escaleras con peldaños de cristal, los que pueden ser lisos, con dibujo o antideslizantes, también se pueden optar por vidrios de color, serigrafiados, incoloros o satén.
Para el diseño hay que hacer un cuidadoso estudio, tener en cuenta las dimensiones, la resistencia a las cargas sobre las baldosas y los escalones de cristal.
En el caso de los suelos, comprenden cristales de igual espesor, paños simétricos, las dimensiones se calculan en función al nivel de seguridad y los riesgos previsibles.
Cuando el suelo de cristal es montado sobre hormigón, éste puede ser templado, ya que requiere de menor seguridad por el hecho de no estar en altura.
Asimismo existen varios anclajes de suelos, es decir, el vidrio puede ser apoyado, empotrado o con herrajes. Varía según el tipo de construcción y lugar donde quiera ser instalado.
Vía: Plataforma Arquitectura
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