A la hora de restaurar muebles antiguos, o simplemente viejos, en muchos casos nos encontramos con que sus sucesivos propietarios han intentado "lavarles la cara" con una buena mano de pintura. Nuestros abuelos eran fans incondicionales de la brocha, y daban capa tras capa de esmalte sobre los pobres muebles, cuya hermosa madera maciza quedaba tristemente oculta bajo distintos colores.
En la actualidad, el respeto hacia los muebles de madera, aunque sean de tipo rústico y humilde, ha crecido considerablemente y casi nadie se plantea pintarlos. Eso si, recuperar los muebles pintados implica someterlos a una intensa tarea de decapado, que aunque resulta muy trabajosa también es bastante gratificante. Hay pocas cosas que le hagan más ilusión a un restaurador, profesional o aficionado, que levantar una gruesa capa de pintura para descubrir debajo la hermosa veta de una madera de nogal, roble o pino rojizo.
El producto que más se utiliza para eliminar viejas pinturas y barnices es el decapante, que se suele presentar en forma de gel. Este producto se suele presentar en forma de gel. Este producto se aplica abundantemente con una brocha (preferiblemente de mala calidad y cerdas duras) y se deja actuar durante quince o veinte minutos. Después, la pasta resultante se retira con una espátula de metal; los restos se eliminan con lanilla de acero nº 000 y alcohol metílico.
Un truco para no rayar la madera con la espátula es limar sus esquinas y redondearlas; así no se clavarán en la madera. En ocasiones hay que repetir la operación hasta retirar todas las manos de pintura. Un consejo: siempre que useis decapante, deberan colocarse guantes de fregar y mascarilla.
El lijado es otro sistema para quitar viejos acabados. Es más arriesgado que el decapado, porque el papel de lija puede arrastrar parte de la madera sin que nos demos cuenta. Solo se deben lijar los muebles de madera maciza, siempre en el sentido de la veta y después de haber eliminado toda la pintura o barniz posibles con productos decapantes. Si se hace con lijadora, hay que tener mucho cuidado y utilizar modelos orbitales (nunca lo hagan con el taladro y el accesorio lijador, porque rayaría la veta, ni tampoco con lijadores de banda, que se comen la madera.)
Para eliminar barnices, hay un producto muy eficaz y mucho más limpio que el decapante: el demitelformamida, un disolvente muy potente que utilizan los profesionales. Este producto disuelve los barnices; basta con frotar la superficie con lanilla de acero nº 000 mojada en el disolvente y luego pasar un paño. Eso si, se trata de un producto altamente tóxico que solo se debe de emplear con mascarilla para gases, guantes de fregar y al aire libre o locales con ventilación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario