
Limpie y seque las zonas con moho, de este modo evitará que se extiendan. Al momento de limpiar utilice guantes y máscara. Limpie el moho con una mezcla de detergente para lavar o de lavaplatos y agua (otra opción es utilizar lejía con jabón y agua). Para descontaminar materiales no porosos, utilice jabón (no amoníaco o detergente) en agua caliente y limpie toda la zona afectada. Enjuague con agua y deje secar completamente.
Asegúrese de que haya una buena ventilación mientras trabaja. Además, no mezcle nunca lejía con amoníaco (la mezcla produce gases tóxicos).
Por último, debe tener en cuenta que existen pinturas especiales que inhiben la humedad y el moho. Oriéntese con especialistas si sospecha que el problema de humedad puede constituir una amenaza para usted y su familia.
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