Parada obligatoria para los amantes del vermut, en este local podremos disfrutar del vermut (llegará el momento), acompañado de un aperitivo y disfrutando de la música en directo de un violín en un ambiente sofisticado, joven y fresco al mismo tiempo.
Ese ambiente es resultado del trabajo de Adriana Somoza, de As Interiorista, que ha sabido trasladar al local la tradición de la famosa bebida de los años 50 y 60, mezclando un diseño interior fresco y actual con piezas escogidas de esos años de la anticuaria de Judith San Quintín.
El espacio deja a la vista su estructura de vigas y columnas de madera con los muros de ladrillo que contrasta con el suelo de marcadas geometrías en blanco y negro y sobre todo, con el terciopelo y la suavidad de las curvas de la barra y de los sillones y banquetas.
Las lámparas doradas de anticuario recuerdan al estilo clásico mientras que las lámparas de ratán y las sillas de estilo bistrot dan el toque fresco y contemporáneo al espacio.
Con una paleta en azules, verdes y rosas empolvados el local también incluye mucha vegetación lo que combinado con la abundante luz y los toques artesanales genera un pequeño oasis para donde tomarse el aperitivo, pero a cualquier hora del día.
Para más información visiten: As Interiorista
Vía: Decoesfera
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