
A la hora de distribuir una vivienda, normalmente se busca una clara separación entre las zonas de día y de noche, ya que el dormitorio es un espacio bastante íntimo en el que se requiere paz y tranquilidad. Sin embargo, cada vez se ven más dormitorios open concept (abiertos al salón), no ya solo por cuestiones de espacio sino de pura estética.

1. Espacio: En pisos pequeños a veces no queda otra que juntar todos los espacios en uno para evitar particiones, tabiques o puertas.

3. Luz: En aquellas tipologías de piso que tienen su parte central sin ventana, el utilizar tabiques vidriados que traspasen la luz del salón hace que el dormitorio reviva.

A cambio, la desventaja principal de abrir un dormitorio al resto de áreas de la casa es la pérdida de privacidad y la excesiva luminosidad, que obliga a crear algún tipo de separación flexible para mitigarlo.

Apertura total

Tiene la desventaja de una absoluta pérdida de privacidad, por lo que solo es apta para personas que vivan solas o parejas bien avenidas.
Separación con cortinas

Es también característica de pisos muy pequeños o bien de pocos recursos a la hora de reformar, pues es de las opciones más baratas y versátiles.

Lo habitual es colocar un riel recto en el techo e instalar una o dos cortinas de lado a lado.
No obstante, también es posible crear un tabique virtual completo colocando rieles curvados que permitan un cierre total por todos los lados.

Separación con un tabique
Otra forma de conseguir un dormitorio abierto al salón de una forma más privada y estable mitigando un poco más los ruidos que proceden del salón es levantar un solo tabique que separe ambas zonas, normalmente del lado largo.

A cambio, resulta una opción menos flexible que las cortinas, ya que el tabique es permanente y no se podrá modificar cuando se quiera visualizar todo el espacio.

Otra opción es utilizar el vidrio como material base para el separador, que aísla del ruido a la vez que deja pasar toda la luz y la visión.

Tabiquería de cristal
Una opción muy atractiva para los dormitorios Open Concept es sustituir los clásicos tabiques de ladrillo o pladur por una cristalera.
Esta opción se utiliza sobre todo para evitar dormitorios ciegos, dejando de esta forma pasar toda la luz hacia el dormitorio, y evitando la sensación de espacio angosto que este tipo de dormitorios suele provocar cuando están encerrados por cuatro tabiques.

No obstante, es un recurso tan atractivo que incluso aunque los dormitorios tengan su ventana, se utiliza también por razones puramente estéticas, dotando al dormitorio de protagonismo y generando un potente espacio visual aunque el piso no sea pequeño.


Dormitorios-caja
Abrir un dormitorio al salón implica en ocasiones la sensación de formar parte de éste y de ahí la pérdida de privacidad.
Un recurso estético para solucionar esta opción es crear una «caja» alrededor del dormitorio, con un escalón de entrada, techo y tabique específico y una gran apertura central bien rectangular o semicircular.

Cuando los pisos son pequeños, también se puede ubicar la cama en cajas más angostas a modo de nicho, que no obstante tienen su atractivo visual.
Altillos
Si le gustan los dormitorios open concept, la última forma de abrir un dormitorio al salón, especialmente cuando disponemos de techos altos, es colocar el dormitorio en el altillo, al que se accede por una escalera.
Esta opción permite una mayor privacidad visual que otras (pues normalmente no se suele visualizar la cama de forma tan obvia como en el resto de opciones, al quedar a una altura fuera de los ojos), aunque deja pasar todo el ruido y la luz procedente del salón.
Si se desea mayor privacidad, se puede combinar esta opción con otras, como la instalación de un tabique de suelo a techo ya sea de vidrio o de otros materiales.
En fin, como podrán comprobar, los dormitorios open concept son una tendencia de lo más atractiva y cada vez más habitual en nuestras casas.
Vía: Decofilia
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