Las medidas más habituales están en torno a 1200×200 milímetros. Sin embargo se pueden encontrar anchos superiores a 400 milímetros y largos hasta 2000 milímetros en formatos rectangulares. Y en formatos cuadrados hasta 600×600 milímetros.
Los motivos para ofrecer lamas que difieran de los tamaños habituales son varios:
Ofrecer posibilidades de diseño diferentes y más complejos. Por ejemplo diseños que imiten baldosas o instalaciones en madera más complejas como parquet en espiga.
Reducir el número de juntas y por tanto la posibilidades de que existan problemas con la instalación de suelo laminado. Es habitual que cuando se fabriquen suelos laminados pensados para zonas húmedas, principalmente baños y cocinas, se utilicen lamas de tamaño superior.
Beneficios adicionales de formatos grandes
Utilizar lamas mayores tiene algunas ventajas adicionales más allá del diseño. La utilización de piezas grandes reduce el número de piezas necesarias y por tanto reduce los tiempos de instalación y coste de mano de obra.
Por otro lado el coste por metro de material, puede ser algo superior, aunque no tiene porque serlo.
Vía: maderame
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