La sala de espera se ha planteado de forma poco convencional, como un espacio longitudinal enfrentado a los gabinetes, con un banco corrido adosado a la fachada. Cada una de las zonas de asiento se enmarca frente a una composición de paneles correderos, diseñados para llevar una luz tamizada al interior de cada espacio. También en la intimidad de los boxes, se sitúa un banco de espera para los pacientes.
Madera de fresno.
En la zona de recepción, se inicia “el discurso de madera de fresno” que se extenderá a todo el interior de la clínica. Como fondo de mostrador, un elegante color verde da la bienvenida a los pacientes y visitantes, y suaviza el espacio.
En el corazón del establecimiento dental, se encuentran los gabinetes entre paneles de vidrio óptico retroiluminado y paredes de color blanco. La existencia de puertas en los extremos de cada una de estas salas permite una ruta circular alrededor de este núcleo central y facilita la circulación tanto de los doctores como de los pacientes.
Perímetro aprovechado.
El laboratorio, la sala de esterilización, el gabinete de almacenaje, la sala de consulta y los baños se alinean en el perímetro de la clínica y se tratan como zonas independientes y con superficies blancas.
La simplicidad de líneas que define los interiores se ha enriquecido con detalles en latón sulfurizado, aplicados tanto en estanterías como en los tiradores de las puertas, hechos a medida para este proyecto.
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