Este proyecto pertenece a una familia que reside en Curitiba, e invirtió en este inmueble para disfrutar de la ciudad que tanto adoran. La pareja de empresarios y los dos hijos jóvenes están siempre en movimiento, entonces este hogar fue adquirido como un apoyo para cuando tuvieran que trabajar en la ciudad y además para pasar las vacaciones y fines de semana con amigos y familiares.
La idea fue partir por un proyecto ligero y fresco, sin aquella cara total de playa, pero con un toque urbano sofisticado, que estuviera en sintonía con el local, por estar cerca del centro de la ciudad.
La configuración de flujos proporcionó un ambiente fluido y muy funcional, ya que el encargo requirió la integración de todos los ambientes del área social, como la cocina gourmet, el estar y comedor. Esta atmósfera serena del paisaje dirigió toda la composición de colores del proyecto. Partieron por tonos neutros, como gris claro y blanco. La monocromía de colores se contrasta con el mix de texturas y materiales utilizados en revestimientos, muebles y tejidos. Las piezas de diseño con líneas sencillas y elegantes complementan y se integran perfectamente al contexto.
Destacamos algunos muebles del Jader Almeida, como la mesa y silla de comedor, algunos sillones y los pendientes Pen. Toda ambientación fue hecha con piezas artesanales, como cerámicas, vidrios y arreglos que componen con los matices claros del ambiente.
En el estar, el panel en Limestone Vermont remite la arena de la playa. La carpintería muy puntual aparece en el volumen ripado del lavabo y en el área de la cocina, la encimera es un gran apoyo y hace la integración entre los ambientes. El living tiene varios espacios para apreciar el paisaje, pero el favorito es el canto, donde se colocaron dos sillones Doras del Jader Almeida para contemplar el mar.
En el estar, el panel en Limestone Vermont remite la arena de la playa. La carpintería muy puntual aparece en el volumen ripado del lavabo y en el área de la cocina, la encimera es un gran apoyo y hace la integración entre los ambientes. El living tiene varios espacios para apreciar el paisaje, pero el favorito es el canto, donde se colocaron dos sillones Doras del Jader Almeida para contemplar el mar.
Para más información visiten: BST arquitetura
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