Los suelos de madera requieren un mantenimiento para conservar todo su esplendor; pero ¿cómo abrillantar y pulir los suelos de manera eficaz?
El suelo de una casa se expone a agresiones continuamente: pisadas con tacones, arañazos de animales, objetos que se caen al suelo, o muebles que se arrastran. Por mucha dureza que tenga, es susceptible de degradarse con arañazos o desgastes.
Por fortuna, podemos recuperar el brillo de nuestro suelo dañado. Una de las técnicas más recurrentes es el recabado, también conocido como “acuchillado”, que consiste en lijar los suelos y después aplicar un nuevo acabado. Este proceso es muy costoso y agresivo para la madera, por lo que se recomienda realizarlo en suelos muy dañados.
Como la alternativa al acuchillado está la técnica del pulido y el encerado. Estos procesos son mucho más fáciles y sencillos y nos permiten recuperar el brillo original, igualar las imperfecciones, y alargar el mantenimiento de la madera.
Pulido o encerado: ¿qué técnica debemos escoger?
Antes de ponernos manos a la obra, debemos plantearnos una pregunta: ¿qué técnica es mejor para mi suelo, pulido o encerado? No existe una forma única y eficaz para sacarle brillo a los suelos, sino que, dependiendo de las características, cualidades y acabados de nuestro suelo, escogeremos una técnica u otra.
¿Cómo pulir los suelos?
El primer paso antes de reparar nuestro suelo es someterlo a una limpieza en profundidad. Para ello, debemos comenzar quitando todos los muebles y eliminando cualquier resto de suciedad y polvo. Podemos utilizar cualquier limpiador de suelos del mercado.
Una vez se haya secado el suelo completamente, comenzaremos con el pulido de la superficie. La técnica eficaz para este proceso es con una pulidora de disco de grano. El grueso de la pulidora va a depender de lo dañado que esté el suelo. En el caso de que tenga muchas agresiones, optaremos por una lija gruesa y después una más fina. De no ser así, con una lija fina bastará.
Tras haber eliminado los desperfectos, vamos a aplicarle un esmalte o barniz para que la madera recupere su brillo original. Para obtener un mejor acabado, usaremos un trepador de superficie plana y extenderemos el producto en la dirección de la veta de la madera.
Por último, repetiremos el proceso anterior una última vez para asegurarnos de que se ha sellado nuestro producto. El resultado final será un suelo pegajoso durante unas horas y, una vez que se haya secado, retomará su brillo como si fuera nuevo.
¿Cómo encerar los suelos?
La manera más eficaz de recuperar el brillo y esplendor de los suelos de madera sin tratar es a través de la técnica del encerado. Este proceso es uno de los más populares gracias a los beneficios que aporta:
La cera aumenta la resistencia a las manchas, ya que su sellado limita la absorción de derrames y evita que el suelo se manche.
Otro de los beneficios que encontramos es que nos ayuda a minimizar las imperfecciones menores, como la apariencia de rasguños y marcas superficiales.
Por otro lado, prolonga la vida útil del piso, ya que la mayor resistencia de los pisos encerados permite a la madera durar más años que los suelos no encerados.
Comparativa de los productos para pulir los suelos
La aplicación de este producto es un proceso mucho más sencillo respecto al pulido. Es necesario realizar una limpieza exhaustiva para evitar cualquier mota de polvo. También debemos asegurarnos de que toda la superficie esté seca antes de aplicar el producto.
A su vez, es importante no aplicar en exceso. Podemos hacer uso de una mopa e incorporar la cera por toda la superficie de manera regular. Una vez se haya secado el producto, nuestros suelos volverán a lucir como el primer día.
Pulido o encerado: ¿qué técnica debemos escoger?
Antes de ponernos manos a la obra, debemos plantearnos una pregunta: ¿qué técnica es mejor para mi suelo, pulido o encerado? No existe una forma única y eficaz para sacarle brillo a los suelos, sino que, dependiendo de las características, cualidades y acabados de nuestro suelo, escogeremos una técnica u otra.
Aquellos con una superficie protectora, por ejemplo una barrera impermeable, se beneficiarán con el pulido; mientras que los suelos con acabados penetrantes o la madera sin sellar requieren cera en lugar del pulido. La aplicación de la técnica inadecuada puede, incluso, causar desperfectos.
Por lo tanto, es importante determinar qué tipo de material tenemos. Para ello, podemos retirar un poco del acabado superficial de una zona que no esté a la vista. Si al rasgar se desprende un material transparente, significa que el suelo tiene un acabado superficial.
La técnica más adecuada es el pulido. De lo contrario, optaremos por la técnica del encerado.
¿Cómo pulir los suelos?
El primer paso antes de reparar nuestro suelo es someterlo a una limpieza en profundidad. Para ello, debemos comenzar quitando todos los muebles y eliminando cualquier resto de suciedad y polvo. Podemos utilizar cualquier limpiador de suelos del mercado.
Una vez se haya secado el suelo completamente, comenzaremos con el pulido de la superficie. La técnica eficaz para este proceso es con una pulidora de disco de grano. El grueso de la pulidora va a depender de lo dañado que esté el suelo. En el caso de que tenga muchas agresiones, optaremos por una lija gruesa y después una más fina. De no ser así, con una lija fina bastará.
Tras haber eliminado los desperfectos, vamos a aplicarle un esmalte o barniz para que la madera recupere su brillo original. Para obtener un mejor acabado, usaremos un trepador de superficie plana y extenderemos el producto en la dirección de la veta de la madera.
Por último, repetiremos el proceso anterior una última vez para asegurarnos de que se ha sellado nuestro producto. El resultado final será un suelo pegajoso durante unas horas y, una vez que se haya secado, retomará su brillo como si fuera nuevo.
¿Cómo encerar los suelos?
La manera más eficaz de recuperar el brillo y esplendor de los suelos de madera sin tratar es a través de la técnica del encerado. Este proceso es uno de los más populares gracias a los beneficios que aporta:
La cera aumenta la resistencia a las manchas, ya que su sellado limita la absorción de derrames y evita que el suelo se manche.
Otro de los beneficios que encontramos es que nos ayuda a minimizar las imperfecciones menores, como la apariencia de rasguños y marcas superficiales.
Por otro lado, prolonga la vida útil del piso, ya que la mayor resistencia de los pisos encerados permite a la madera durar más años que los suelos no encerados.
Comparativa de los productos para pulir los suelos
La aplicación de este producto es un proceso mucho más sencillo respecto al pulido. Es necesario realizar una limpieza exhaustiva para evitar cualquier mota de polvo. También debemos asegurarnos de que toda la superficie esté seca antes de aplicar el producto.
A su vez, es importante no aplicar en exceso. Podemos hacer uso de una mopa e incorporar la cera por toda la superficie de manera regular. Una vez se haya secado el producto, nuestros suelos volverán a lucir como el primer día.
Vía: midecoración
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