martes, 26 de marzo de 2019

Toques de color en un blanco piso del Eixample.

Pinceladas cromáticas dan personalidad a las diferentes estancias de esta vivienda reformada por Scala Studio en Barcelona.
El estudio formado por Anna Raventós y Lea Viscasillas (Scala Studio) es el autor de la remodelación de esta vivienda ubicada en el Ensanche barcelonés. Perteneciente a un edificio de 1947, el piso contaba con la típica distribución de la época, compartimentada en pequeñas estancias.
Las interioristas han optado en este proyecto por espacios más amplios y diáfanos y se ha dado también la vuelta a la ubicación de las zonas de día y de noche.
De esta forma, se decidió unificar el espacio de la cocina con el del salón comedor, orientando esta zona a la calle principal. Con esta operación, se activa el núcleo del hogar, que es la zona más vivida de la casa.
Los dormitorios, áreas que requieren más privacidad y silencio, se situaron en la parte trasera, conectándolos con el típico patio de manzana del Ensanche.
La reforma trata de destacar el valor de elementos constructivos originales, como los forjados de bovedillas que se descubren en algunas estancias. Los muros y los techos se han dejado en color blanco aumentando la sensación de amplitud y luminosidad. Contrasta con ellos el tono verde del microcemento del pavimento que unifica toda la casa.
En el piso, el color es parte fundamental del diseño. Se ha jugado con varios elementos, pinceladas que dan carácter a los diferentes espacios. En la zona de estar atrapa toda nuestra atención la nota brillante de la librería, núcleo de la vivienda.
Una tonalidad más suave, el rosa pálido, se ha escogido para lacar el cabecero de madera del dormitorio principal. Acompañado de clásicos como la silla Cesca de Marcel Breuer o la Taccia de Achille y Piergiacomo Castiglioni.
En el cuarto de baño se optado por un ligero lavabo de cerámica extrafina en color verde que entona con el pavimento. Para el revestimiento de esta estancia se ha utilizado además gres porcelánico que imita al tradicional terrazo.
Este material también se ha utilizado para el sobre de la mesa del comedor, realizada a medida con estructura de hierro.
En el mobiliario de la cocina domina la madera de cerezo, un acabado que aporta calidez a esta pieza central de la casa, en la que se ha potenciado su carácter de zona de estar y reunión de la familia.
Fotografía: José Hevia
Para más información visiten: Scala Studio
Vía: Diariodesign







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