El punto de partida de ese proyecto era crear una atmósfera outdoor que diera la sensación de estar al aire libre, un entorno natural real diseñado específicamente para los usuarios del Reebok Sports Club en Madrid.
Considerando el espacio como si fuera un elemento vivo, tanto como las personas que lo ocupan, Teresa Sapey dio vida a una nueva dimensión natural, respetuosa con el medio ambiente, humilde y casi poética, que se expresa gracias a la madera de abedul clara, la elegancia atemporal. Muy cierto, la madera clara articula el ritmo del contenido, y tanto las personas como las máquinas, como naves espaciales, parecen que hayan aterrizado en el nuevo planeta de Reebok Sports Club.
Los árboles están representados metafóricamente en el techo del gimnasio gracias a los círculos con diámetros irregulares que evocan las maderas, que a su vez recuerdan un techo natural que cubre y protege el espacio vacío, a través de impresionantes volúmenes.
El objetivo era crear un diálogo entre el espacio y el usuario, entre el contenido y el contenedor. El tiempo y el espacio convergen para garantizar la máxima exaltación del bienestar físico de los clientes.
Las zonas de relajación fueron concebidas como islas sumergidas con el objetivo de humanizar el esfuerzo físico y fomentar la comunicación cara a cara entre los usuarios. Las islas dan a los clientes la oportunidad de socializar en un momento en que las relaciones humanas se manejan cada vez más a través del contacto con el espacio en lugar de hablar.
El camino continúa por lo que parece un laberinto de espejos. Espejos que no solo sirven para que las personas se vean, sino que también se vean entre sí, aumentando a su vez la percepción del espacio.
La simplicidad estética, enfatizada por el uso de diferentes colores, recrea la vista de un paisaje natural.
En ese espacio, nada queda al azar. Los paneles rojos se colocaron estratégicamente para ayudar a superar los esfuerzos cardiovasculares, que, de hecho, requieren una mayor concentración física. Los paneles verdes, por otro lado, estimulan la tranquilidad y la relajación durante los estiramientos y los momentos de descanso.
El oxígeno de todo el proyecto es la luz. La iluminación se estudió cuidadosamente, no solo para crear un ambiente cómodo sino también para producir espectaculares efectos ópticos. Da vida a un espacio que puede variar y transformarse durante el día y según las diferentes estaciones.
La estrecha relación entre Teresa Sapey Studio y el cliente se encuentra en la base de la nueva imagen de Reebok Sports Club. Hizo posible un diálogo abierto basado en un nuevo concepto de espacio, que no solo está dedicado al entrenamiento físico, sino también a convertirse en un lugar de sueños, aspiraciones y ambiciones. Un lugar que va más allá del simple concepto del gimnasio y en el que la fluidez de las formas arquitectónicas encaja perfectamente con el movimiento de los cuerpos de los usuarios, con el objetivo de hacer las máquinas y el espacio lo mismo.
Para más información visiten: Teresa Sapey Studio, Reebok Sports Club Madrid
Vía: Infurma
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