lunes, 25 de febrero de 2019

Asientos con estructura vista

Tal y como puede ocurre también en el mundo de la moda, en el de la decoración también se pueden distinguir fases y periodos en los que se lleva más un estilo que otro.
Hubo un tiempo en el que el minimalismo irrumpió con y fuerza y parecía dispuesto a quedarse por un buen tiempo, dejando a un lado molduras y formas curvas y acumulación de muebles, así como también ocurrió por ejemplo con materiales como el wengué.
Hoy en día vivimos los últimos coletazos del estilo industrial y el vintage; para el público en general está muy vigente, pero lo cierto es que los que trabajamos desde dentro podemos ver.
En muchos locales vemos como se estila una mezcla de infinidad de piezas de mobiliario, colores, texturas y, cómo no, de estilos.
Y es en esa mezcla donde entran en juego los protagonistas de hoy: los asientos con estructura vista.
Aunque aún no se ven con demasiada notoriedad en tiendas, hoteles y restaurantes (que es donde más se puede ver las últimas tendencias), sí podemos decir que este tipo de mobiliario lleva ya unos años entre nosotros.
Desde luego sólo es apto para atrevidos, ya que muchos lo apreciarán como muebles inacabados y por nada del mundo lo pondrían en salón.
En su defensa, tenemos que decir que hay versiones en las que estos asientos parecen tener una terminación más definida, ya que los diseñadores han empleado otros materiales como la rejilla que, generalmente, se entiende como material final; tal como ocurre con las clásicas sillas de rejilla.
En los asientos con estructura vista encontramos por norma general tres grupos: los sofás, las butacas, las sillas y algún que otro taburete.
Todos ellos tienen en común el estilo, ya que lo normal es encontrarlos con apariencia clásica. Abunda también el chester, tanto en formato sofá como en butaca.

Sofás con estructura vista

Si lo mira de frente verá un sofá clásico perfectamente acabado. Sin embargo, al mirar su parte trasera y lateral, vemos cómo el tapizado bordea el respaldo y el reposabrazos muriendo pocos centímetros más abajo.

Al descubierto queda la estructura de madera y, en el caso de los chester, podemos apreciar también los lazos de las hendiduras típicas del capitoné.

Sin duda es una buena manera para entender cómo está construida internamente una pieza como ésta.

Sillas y taburetes de estructura vista

Posiblemente las sillas tengan mejor aceptación entre aquellos que no son muy partidarios de este tipo de asientos con estructura vista.

Al tener un volumen menor, la sensación de “inacabado” es más escasa. Además, como ya hemos dicho antes, en varios modelos se suele utilizar la rejilla, lo que ayuda a minimizar su rudeza.

Butacas y sillones con la trasera vista

Y por último llegamos a las butacas, éstas se encuentran a medio camino entre las sillas y el sofá, por lo que su volumen es de tamaño medio, y la impresión que pueda causar entre los más desconfiados puede ser positiva.

Hay piezas en las que podemos ver toda su trasera con un panel de madera y otras en las que un tejido a juego con el tapizado, los hacen más “suaves” a la vista.

No sabemos si los asientos con estructura vista tendrán una vida larga, pero desde luego no podemos negar su originalidad y atrevimiento. Lo que es seguro es que, como ocurre siempre con el interiorismo, con un buen diseño del conjunto entero podemos lograr que este tipo de piezas se integren a la perfección como cualquier otra.

Vía: Decofilia

























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