La cerámica radiante es capaz de transformar la energía eléctrica en calor. Al aplicarlo en los suelos de su vivienda, podemos llegar a seleccionar una temperatura constante gracias a un termostato y permite la climatización de espacios mediante calor limpio que no genera movimientos de aire ni influye en la humedad del ambiente, al contrario que otros sistemas de calefacción.
Los pavimentos cerámicos conductores de calor, gracias a sus nanoconductores, pueden llegar a ahorrar más de un 16% en la factura eléctrica de un hogar medio, lo que supone casi el coste de dos meses de la energía usada en climatizar su hogar.
Este tipo de material es una buena solución para muchas viviendas en las que se quiera mejorar el confort sin necesidad de hacer una gran obra de reforma. Es un innovador sistema que aporta una solución rápida, integral, y adaptable a cada espacio de su vivienda como cualquier otro tipo de pavimento cerámico existente en el mercado.
El sistema está formado básicamente por un conjunto de baldosas unidas por juntas especiales que, mediante la conexión a una red de muy baja tensión, produce el calentamiento de la superficie cerámica. Estas juntas recorren todo el pavimento de baldosas de cerámica radiante y están recubiertas con una junta plástica y aislante que mantiene en todo momento las condiciones de seguridad.
Las baldosas están diseñadas y optimizadas esencialmente para permitir la generación de calor a partir de la energía eléctrica. Pueden llegar a resistir 100ºC en su superficie, con esmaltes cerámicos de alta densidad y calidad. El calor que se genera, gracias a la baja diferencia de potencial de la baldosa, da una agradable sensación de calidez a la estancia dónde deseemos instalar este sistema.
Para optimizar todo el sistema también se puede integrar dentro de una vivienda domótica. A través de los controles generales de la vivienda no sólo podemos controlar la temperatura de nuestros suelos, sino que puede actuar como elemento de seguridad y control de temperatura, que mejorará el ahorro energético global de nuestra vivienda.
Vía: Presupuestón
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