LO QUE DEBE SABER…
Consejo: la pintura al temple no se debe usar en el exterior ni en zonas interiores con humedad.
Temple: es una pintura compuesta por pigmentos terrosos, se presenta en polvo o pasta y hay que añadirle agua hasta conseguir la consistencia adecuada.
Fijador: en ocasiones puede ser necesario aplicar un fijador previo a la mano de pintura al temple.
La pintura al temple se usa en superficies interiores de yeso o cemento sin mucho desgaste. No se debe aplicar en zonas húmedas o con condensación de agua, ya que, al ser una pintura porosa y permeable puede formar moho.
Características de la pintura al temple
Es más económica que las pinturas plásticas y se adquiere en polvo o en pasta que hay que mezclar con agua para su uso. Eso sí, la pintura en pasta se mezcla mejor que el polvo y no hace grumos.
Una vez apliquemos la pintura la superficie no será lavable, por lo que habrá que tener cuidado con las manchas y los roces. En el caso de que queramos pintar encima con otro tipo de material será preciso retirar primero el temple, ya que puede ocasionar que el nuevo revestimiento no se adhiera bien.
Preparar y aplicar la pintura al temple
A la hora de preparar la pintura es mejor realizar la mezcla con agua en un recipiente alto para evitar salpicaduras. Habrá que removerla con un palo o una pala de batir para taladro. La proporción dependerá del tipo de aplicación.
Para acabados lisos usaremos un rodillo sin relieve y una consistencia como de crema ligera. Para acabados en relieve usaremos una mezcla más espesa y rodillos de espuma o con distintas formas. Para realizar gotelé será necesario una pasta especial de temple y se aplicará con una pistola o compresor para esparcir pequeñas gotas de pasta que hagan el relieve.
Como ven, la pintura al temple se puede utilizar para conseguir diferentes acabados en las paredes de nuestro hogar, con la gran ventaja de que no nos supondrá un desembolso económico elevado.
Vía: Hogar Mapfre
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