martes, 15 de enero de 2019

Decoración con instrumentos musicales del mundo

Para los amantes de la música y de las culturas del planeta, una posibilidad muy interesante de decorar la casa es utilizando instrumentos musicales del mundo.
Para los viajeros y amantes de la música, la mejor manera de convertir su hogar en un espacio musical es mediante la decoración con instrumentos musicales del mundo.
Vaya donde vaya, la música de cada cultura puede ser muy diferente. Esto supone que puede encontrar instrumentos variopintos, cada cual con un diseño diferente al resto y que tengan una apariencia contrastante con los típicos que ya conocemos.
Si realmente quiere reflejar su pasión por la música y utilizar los instrumentos como testimonio de una cultura determinada, no hay nada mejor que utilizarlos para decorar. De hecho, pueden encajar en cualquier habitación de la casa.

Decoración etnomusicológica

El estudio de la música de diferentes culturas se denomina etnomusicología. De este modo, utilizar los instrumentos para la decoración y, que a su vez correspondan a una cultura determinada, podría decirse que es una decoración etnomusicológica.

Si pretende llevar a cabo una aportación estética de este tipo en su hogar, tiene que pensar que va a reflejar un carácter investigador, mostrando un interés por la música de otras poblaciones.

No obstante, hay que tener en cuenta que el diseño de cada instrumento también puede contribuir al aporte de un contenido estético, convirtiendo cada uno en una pieza singular y decorativa, haciendo de su hogar un museo.

1. Instrumentos musicales de cuerda

Por supuesto, la variedad de instrumentos de cuerda es muy amplia, habiendo algunos muy interesantes, como son los de cuerda frotada y pulsada.

A lo largo de la historia han predominado especialmente estos últimos. Algunos ejemplos para la decoración podrían ser los siguientes:

Guitarra española: típico instrumento que ejemplifica a la cultura española y que tiene su relación directa con la vihuela renacentista. Su formato es reconocible y demuestra el gusto por la música y cultura del país.

La cítara: aunque no es tan conocido, tiene una gran antigüedad. Es propio de la cultura occidental, pero también pueden encontrarse variantes de este instrumento en zonas de Asia.

La zanfoña: dentro de los cordófonos frotados, este tipo ha tenido gran importancia por su vinculación al mundo de la música celta. Su estética atraerá la atención de los invitados que lleve a casa, ya que no es tan reconocido a nivel social.

El sitar: por supuesto, no puede faltar la cultura india en la colección de instrumentos. A pesar de que tiene un mástil muy alargado, su estética es exótica y muy diferente a lo que se conoce en Europa.

2. Instrumentos musicales de viento
Dentro de esta variedad puede haber instrumentos de viento madera o metal, pero a nivel internacional se pueden conocer otras variedades que despertarán el interés de las personas.
Flauta travesera, clarinete, trompeta: cualquier ejemplar propio de la cultura occidental y de la música clásica puede encajar bien, además, puede servir de contraste con otros instrumentos de culturas diferentes.

Didyeridú: este instrumento se conforma por un gran tubo alargado y recto. Produce un sonido muy profundo y robusto. Tiene su vinculación al ámbito australiano y se realiza a través de madera.

La gaita: propio del ámbito celta, es un fiel reflejo de la cultura escocesa.

Pungi: este tipo es menos conocido y tiene su origen y desarrollo en Asia central. Se ha difundido también por los países de próximo oriente. Servía para encantar a las serpientes.

La flauta de pan: un ejemplo de instrumento propio de Sudamérica es esta flauta, conformada por distintos tubos de diferentes tamaños. Las hay de grandes dimensiones y otras más pequeñas, pero, son sin duda, un atractivo por su apariencia.

Manera de exponerlos en casa

Tal y como se dijo anteriormente, la manera en que se van a exponer en casa es a modo de museo. No cabe duda de que son piezas únicas con las que quiere atraer la mirada de sus invitados; por tanto, hay que tratar la estética del espacio de manera expositiva.

De esta manera, pueden colocarse en altura, con algunas alcayatas que puedan sujetarlos o insertarlos dentro de vitrinas de cristal para que estén más protegidos.

Una habitación puede convertirse en el espacio donde albergarlos, pero con esto conseguirá que ese cuarto se convierta en una galería de museo. Otra opción es colocarlos aleatoriamente por la casa, de forma anecdótica, pero sin recargar demasiado un lugar.

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