Los niños deben coger buenos hábitos, pero no solo con la comida y el deporte, sino también con el estudio. Es imprescindible que tengan un espacio donde poder hacer los deberes y cumplir con las obligaciones diarias. Por eso, cree un rincón de estudio para niños.
Para favorecer el desarrollo intelectual de los más jóvenes, es necesario que se sientan cómodos en su lugar de estudio y que tengan todo tipo de recursos. Además, es algo duradero y que les servirá durante muchos años.
No cabe duda que invertir en la formación de nuestros hijos es algo necesario. Conviene que tengan unas responsabilidades que cumplir, deberes que realizar y tranquilidad para poder estudiar.
Elección del espacio para un rincón de estudio
Lo primero de todo, hay que buscar un espacio adecuado para instalar el estudio. Muchas veces llenamos la casa de muebles y objetos y no dejamos sitio a las cosas que realmente importan. Hay que pensar y recapacitar sobre lo que le conviene a los niños.
Lo más idóneo es que se sitúe el estudio en su habitación. Puede utilizarse un rincón que esté libre, especialmente si se encuentra próximo a una ventana para aprovechar, así, la luz natural.
De este modo, hay que ofrecerles un espacio diáfano, amplio y sencillo. No conviene saturar la habitación con demasiados juguetes y objetos, ya que puede resultar bastante agobiante y podría generar una saturación decorativa.
Mobiliario para el estudio
A la hora de organizar el rincón de estudio, hay que hacer selección de los muebles y los principales recursos:
Escritorio amplio para poder colocar todos los elementos.
Muebles con cajones y estantería.
Silla adaptable, ya que va a pasar mucho tiempo sentado.
Ordenador en un lateral (para aquellos que sean más mayores).
Flexo con luz cálida.
Corcho donde poner recordatorios, fotografías, etc.
Espacio para niños de 3 a 6 años
A pesar de que a esta edad son aún muy pequeños como para tener un estudio, puede realizarse un recinto de trabajo donde poder enseñarles poco a poco las tareas y obligaciones diarias.
Puede utilizarse para actividades divertidas, juegos, entretenimiento, para dibujar, escribir, etc. Para ello, es necesaria una mesa de baja altura y sillas pequeñas; todo bajo un tipo de estética infantil.
Es el lugar propicio para colocar una estantería donde guardar libros, cuadernos, folios, estuche y pinturas. Es decir, las cosas personales del niño. Así tendrá siempre todo a mano.
Una alfombra acolchada para poder jugar en el suelo.
Decoración muy colorida con distintos tonos, para hacer de este estudio un lugar de diversión.
Estudio para niños de 7 a 12 años
Según crecen los niños, van asumiendo un papel de mayor importancia en el hogar y, con ello, requieren un espacio más privado donde poder realizar sus deberes. En este caso, el estudio se “profesionaliza” más.
En la propia habitación puede utilizarse un rincón para colocar un escritorio (preferiblemente de madera) soportado por dos muebles con cajones, para poder guardar utensilios personales.
La estantería no puede faltar, ya sea en un lateral de la habitación, junto al estudio, o elevada mediante enganches que la sustenten en la pared.
Para poder acertar con los colores, los tonos neutros funcionan muy bien y ayudan a la concentración, al igual que tonos oscuros como el azul marino. De todos modos, interesa que haya una relación cromática con el resto de muebles de la habitación.
– Recuerde que cualquier mueble debe estar en sintonía con el conjunto decorativo.-
¿Necesita un niño un estudio en una habitación aparte?
No es tan necesario que un niño tenga un estudio personal y privado, además de la propia habitación individual. Hay que tener presente que en la familia cada uno tiene su espacio, pero no consiste en tener abundancia de habitaciones propias.
La principal idea que se debe perseguir es que un niño tiene que acostumbrarse a tener un único cuarto donde dormir y tener el estudio. Ese lugar será su espacio privado, el cual será aprovechado desde distintos puntos de vista.
Otra cosa sería hacer un cuarto de entretenimiento donde participen de él tanto padres como niños. Esto hace que el espacio sea de todos y no se privatice.
Elección del espacio para un rincón de estudio
Lo primero de todo, hay que buscar un espacio adecuado para instalar el estudio. Muchas veces llenamos la casa de muebles y objetos y no dejamos sitio a las cosas que realmente importan. Hay que pensar y recapacitar sobre lo que le conviene a los niños.
Lo más idóneo es que se sitúe el estudio en su habitación. Puede utilizarse un rincón que esté libre, especialmente si se encuentra próximo a una ventana para aprovechar, así, la luz natural.
De este modo, hay que ofrecerles un espacio diáfano, amplio y sencillo. No conviene saturar la habitación con demasiados juguetes y objetos, ya que puede resultar bastante agobiante y podría generar una saturación decorativa.
Mobiliario para el estudio
A la hora de organizar el rincón de estudio, hay que hacer selección de los muebles y los principales recursos:
Escritorio amplio para poder colocar todos los elementos.
Muebles con cajones y estantería.
Silla adaptable, ya que va a pasar mucho tiempo sentado.
Ordenador en un lateral (para aquellos que sean más mayores).
Flexo con luz cálida.
Corcho donde poner recordatorios, fotografías, etc.
Espacio para niños de 3 a 6 años
A pesar de que a esta edad son aún muy pequeños como para tener un estudio, puede realizarse un recinto de trabajo donde poder enseñarles poco a poco las tareas y obligaciones diarias.
Puede utilizarse para actividades divertidas, juegos, entretenimiento, para dibujar, escribir, etc. Para ello, es necesaria una mesa de baja altura y sillas pequeñas; todo bajo un tipo de estética infantil.
Es el lugar propicio para colocar una estantería donde guardar libros, cuadernos, folios, estuche y pinturas. Es decir, las cosas personales del niño. Así tendrá siempre todo a mano.
Una alfombra acolchada para poder jugar en el suelo.
Decoración muy colorida con distintos tonos, para hacer de este estudio un lugar de diversión.
Estudio para niños de 7 a 12 años
Según crecen los niños, van asumiendo un papel de mayor importancia en el hogar y, con ello, requieren un espacio más privado donde poder realizar sus deberes. En este caso, el estudio se “profesionaliza” más.
En la propia habitación puede utilizarse un rincón para colocar un escritorio (preferiblemente de madera) soportado por dos muebles con cajones, para poder guardar utensilios personales.
La estantería no puede faltar, ya sea en un lateral de la habitación, junto al estudio, o elevada mediante enganches que la sustenten en la pared.
Para poder acertar con los colores, los tonos neutros funcionan muy bien y ayudan a la concentración, al igual que tonos oscuros como el azul marino. De todos modos, interesa que haya una relación cromática con el resto de muebles de la habitación.
– Recuerde que cualquier mueble debe estar en sintonía con el conjunto decorativo.-
¿Necesita un niño un estudio en una habitación aparte?
No es tan necesario que un niño tenga un estudio personal y privado, además de la propia habitación individual. Hay que tener presente que en la familia cada uno tiene su espacio, pero no consiste en tener abundancia de habitaciones propias.
La principal idea que se debe perseguir es que un niño tiene que acostumbrarse a tener un único cuarto donde dormir y tener el estudio. Ese lugar será su espacio privado, el cual será aprovechado desde distintos puntos de vista.
Otra cosa sería hacer un cuarto de entretenimiento donde participen de él tanto padres como niños. Esto hace que el espacio sea de todos y no se privatice.
Vía: midecoración
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