El mundo de lo rural ha ganado interés en el interiorismo por la amplia gama de recursos que ofrece y por los diseños sutiles y variopintos con los que trabajar. Por eso, puede ser muy interesante la decoración con aperos de labranza.
Tanto una casa rural, un domicilio particular, una nave o establo antiguo rehabilitado, un chiringuito de jardín, etc., pueden ser espacios óptimos para poder aplicar una decoración rústica con aperos de labranza.
Muchos restaurantes y bares están empleando este tipo de recursos. ¿A qué se debe esta tendencia? Cada uno de estos utensilios reflejan un significado campestre, antiguo e informal.
Estética rústica
Los aperos de labranza transportan a las personas a un ambiente más distendido, tranquilo y, sobre todo rústico. Generan una atmósfera interesante por ser piezas artísticas muy diferentes a las que se utilizan en los hogares.
Recursos más comunes en la decoración con aperos
Para poder tener nociones de los recursos más empleados en una decoración con aperos de labranza, hacemos referencia a los utensilios que mayor presencia tienen:
Rastrillo de madera: utilizado para la recogida de la mies segada en la era. Se coloca colgado oblicuamente en una pared con la cabeza mirando hacia arriba. De la misma manera se puede hacer con la horca con mango de madera y los gajos hacia arriba.
Yugo: vinculado al mundo del ganado, puede ser colgado en una pared en la misma posición en la que se le ponía a las vacas. Si se tienen las cadenas o enganches, también interesa conservarlos y colocarlos en su sitio.
Cuartillas para medir los granos de cereales: pueden situarse sobre un pedestal o mesa. Para aportarle mayor estética campestre, coloque un manojo de trigo seco o cebada.
Trillo: colgado de la pared o bien situado en horizontal sobre dos bases. Siempre con las piedras hacia arriba, las cuales pueden cubrirse con un cristal simulando una mesa y otorgarle una nueva funcionalidad.
Cribas: hechas de aro de madera y criba de alambre, se utilizaban para cribar el grano de cereal. Dan sensación de ojo de buey, asemejándose a las ventanas.
Recursos vinculados al mundo de la ganadería
Arreos: son de la caballería o de las vacas y se pueden colgar en la pared. Algunos ejemplos son los siguientes: silla de montar, espuelas, melenas de vacas bajo el hueco del yugo, e incluso, cuernos de toros o vacas.
Herraduras: sin duda, un elemento imprescindible. Son comunes del ganado vacuno y de los caballos. Cuélguelos con alcayatas, tanto en la pared como en las vigas del techo.
Cencerros: propios de las vacas, puede hacerse el mismo sistema que con las herraduras: ser colgadas de las paredes o vigas.
Aperos para ser colocados en el suelo
No todos tienen que estar situados en paredes, vigas o techo. También pueden estar apoyados en el suelo:
Arado: colóquelo en un rincón de la estancia, representando un mueble rústico que atrae la atención por su forma.
Afiladora de cuchillos: máquina antigua que consta de una piedra de afilar de unos 40 centímetros de diámetro y 10 centímetros de ancho. Se mueve mediante pedales y un asiento para la persona.
Útiles de cocina: calderos hechos en cobre, sartenes de metal, parrillas, etc. Cualquier elemento de estos puede tener cabida.
Otros tipos de mobiliario: mesas y sillas donde predomine la madera. La forja también puede tener presencia, pero el color que más debe verse es el marrón.
En definitiva, la gama es muy amplia y puede haber múltiples formas de trabajar la decoración con aperos. Para poder adquirirlos, se recomienda acudir a un anticuario o hablar con personas de los pueblos, ya que la mayoría de las veces desean venderlos.
Estética rústica
Los aperos de labranza transportan a las personas a un ambiente más distendido, tranquilo y, sobre todo rústico. Generan una atmósfera interesante por ser piezas artísticas muy diferentes a las que se utilizan en los hogares.
Los aperos de labranza hacen memoria a los utensilios empleados para los trabajos del campo. Se ha cambiado su concepción y pasan de ser objetos funcionales a “esculturas” que se exponen a modo de museo.
En otras palabras, se trata de exhibir un contenido más vinculado al mundo de los pueblos y del campo. De este modo, conseguimos una estética singular y atractiva.
Recursos más comunes en la decoración con aperos
Para poder tener nociones de los recursos más empleados en una decoración con aperos de labranza, hacemos referencia a los utensilios que mayor presencia tienen:
Rastrillo de madera: utilizado para la recogida de la mies segada en la era. Se coloca colgado oblicuamente en una pared con la cabeza mirando hacia arriba. De la misma manera se puede hacer con la horca con mango de madera y los gajos hacia arriba.
Yugo: vinculado al mundo del ganado, puede ser colgado en una pared en la misma posición en la que se le ponía a las vacas. Si se tienen las cadenas o enganches, también interesa conservarlos y colocarlos en su sitio.
Cuartillas para medir los granos de cereales: pueden situarse sobre un pedestal o mesa. Para aportarle mayor estética campestre, coloque un manojo de trigo seco o cebada.
Trillo: colgado de la pared o bien situado en horizontal sobre dos bases. Siempre con las piedras hacia arriba, las cuales pueden cubrirse con un cristal simulando una mesa y otorgarle una nueva funcionalidad.
Cribas: hechas de aro de madera y criba de alambre, se utilizaban para cribar el grano de cereal. Dan sensación de ojo de buey, asemejándose a las ventanas.
Recursos vinculados al mundo de la ganadería
Dentro del ámbito ganadero, existen múltiples utensilios que se vinculan con el ganado vacuno y con las caballerías. ¿Cuáles se pueden encontrar aquí?
Arreos: son de la caballería o de las vacas y se pueden colgar en la pared. Algunos ejemplos son los siguientes: silla de montar, espuelas, melenas de vacas bajo el hueco del yugo, e incluso, cuernos de toros o vacas.
Herraduras: sin duda, un elemento imprescindible. Son comunes del ganado vacuno y de los caballos. Cuélguelos con alcayatas, tanto en la pared como en las vigas del techo.
Cencerros: propios de las vacas, puede hacerse el mismo sistema que con las herraduras: ser colgadas de las paredes o vigas.
Aperos para ser colocados en el suelo
No todos tienen que estar situados en paredes, vigas o techo. También pueden estar apoyados en el suelo:
Arado: colóquelo en un rincón de la estancia, representando un mueble rústico que atrae la atención por su forma.
Afiladora de cuchillos: máquina antigua que consta de una piedra de afilar de unos 40 centímetros de diámetro y 10 centímetros de ancho. Se mueve mediante pedales y un asiento para la persona.
Útiles de cocina: calderos hechos en cobre, sartenes de metal, parrillas, etc. Cualquier elemento de estos puede tener cabida.
Otros tipos de mobiliario: mesas y sillas donde predomine la madera. La forja también puede tener presencia, pero el color que más debe verse es el marrón.
En definitiva, la gama es muy amplia y puede haber múltiples formas de trabajar la decoración con aperos. Para poder adquirirlos, se recomienda acudir a un anticuario o hablar con personas de los pueblos, ya que la mayoría de las veces desean venderlos.
Vía: midecoración
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