jueves, 11 de octubre de 2018

Decorar con minerales

Una manera elegante, original y sutil de decorar es mediante minerales; le aportarán un carácter refinado y muy atractivo.
¿Quiere hacer un espacio en el que brille la decoración y se convierta en un foco de atracción? Le mostramos una solución muy interesante: decore con minerales.
La ciencia de la geología es un mundo apasionante. El trabajo de la mineralogía se convierte en un componente aplicable también al ámbito del diseño de interiores y, por consiguiente, a la decoración.

Los minerales son recursos que no se suelen encontrar en las casas; por tanto, su aplicación puede llegar a ser un elemento decorativo que aporte riqueza de color, luz y despertará la curiosidad de todo el que esté presente.

Originalidad y expectación

Tal y como se ha comentado anteriormente, los minerales no son tan usuales dentro de los hogares. La mayor parte de las veces se suele recurrir a los típicos elementos decorativos y pocas veces se da el paso a algo más inusual.

En el caso de los minerales, son un recurso muy original, que denota un gusto exquisito del inquilino por el mundo de la geología; de este modo, estas piedras hablan mucho de su personalidad y del buen gusto decorativo que tiene.

Por otro lado, es inevitable que se genere una gran expectación cuando se entra en un espacio y hay minerales. En el fondo, son materiales preciosos que, desde la antigüedad, se han utilizado para engalanar los espacios y las personas.

– Luz, destellos y color, son características propias de los minerales.-

Elegancia y buen estilo

¿Qué pueden aportarnos los minerales desde el punto de vista decorativo? Por supuesto, se ofrece un gusto por la naturaleza y lo que esta nos ofrece. Son piedras preciosas que transmiten las siguientes sensaciones:

Elegancia: tener minerales es un símbolo refinado y estiloso, muy diferente a otros elementos decorativos.

Despierta la curiosidad de los invitados: esto supone un posicionamiento de la personalidad del inquilino en un punto distinguido, es decir, en lo más alto del escalafón del interiorismo.

Romanticismo: se muestra el carácter investigador y apasionado por la geología y, a su vez, se encuentra belleza en estas piedras y se cree en ellas como elemento estético para el espacio.

A la hora de colocar estas piedras, se debe estudiar detenidamente y tener buen estilo, ya que hay que tener un factor en cuenta, y es que atraerán las miradas de todas las personas que estén allí.

Tipos de minerales, ¿cuáles escoger?

Existe una gran gama de minerales, algunos con mayor lucidez y brillantez y otros con tonos más intensos. Por tanto, siga su instinto y escoja los que más le gusten. Le mostramos algunos tipos que pueden servirle de ayuda:

Ágata: esta piedra suele tener forma redondeada. Sus colores son oscuros y tiene anillos concéntricos, cada cual con un tono diferente. Estos tonos suelen estar en torno a los verdes, turquesa, blancos, azules.

Geoda: mineral que tiene forma de pequeña cueva. Posee pequeños cristales salientes en su interior y se conforma de una tonalidad morada que resulta ser muy interesante. El exterior es bastante básico, lo cual genera un buen contraste.

Cuarzo: este tipo ofrece formas muy dispares, cada cual más original; puede poseer formas puntiagudas y geometrizadas y su color suele ser blanquecino-amarillento.

Amatista: su estructura transmite una belleza sinigual, con distintos cristales salientes y una forma muy dinámica; sin duda, genera luminosidad y brillantez. Muy interesante para otorgarle al espacio lujo y elegancia.

Fluorita: este tipo de mineral se convierte en un ejemplo más estándar; es decir, consta de ciertos rasgos menos exuberantes y su color puede ser tanto blanco como morado, azulado, verdoso o grisáceo.

Se puede comprobar una diversidad muy amplia. Además de los expuestos aquí, también existen otros ejemplos que encajarían perfectamente en cualquier decoración.

¿En qué estilos decorativos quedarían bien?

Ante la pregunta ¿en qué estilo queda mejor un mineral? Prácticamente en cualquiera puede encajar bien. No hay que obcecarse en que puede romper el diseño o no complementarse bien.

Desde los estilos clásicos, como los minimalistas y los rústicos, en todos ellos puede quedar bien un mineral.

De todos modos, no recargue el espacio con demasiados, es mejor tener entre uno y tres, con el fin de que no saturen la decoración y conseguir, así, un equilibrio perfecto.

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