martes, 16 de octubre de 2018

Cuadros abstractos para decorar paredes

A la hora de vestir una casa con los últimos complementos, existen infinidad de modos de decorar las paredes, pero el más clásico, habitual y socorrido es el de colocar un cuadro.
Pinturas decorativas las hay para todos los gustos y de todas las temáticas: grandes, pequeñas, paisajes, retratos, figurativas… Hoy sin embargo queremos centrarnos en los cuadros abstractos, por su modernidad, neutralidad, actualidad y por lo bien que suelen quedar en cualquier pared.
Dentro de los cuadros abstractos también hay mucho donde elegir, tanto en color, como en técnica, grosor de la pincelada, diseño… así que por centrar un poco el tiro vamos a ir desgranando algunas opciones decorativas con las que acertará sin dudarlo.

Blanco sobre blanco

Esta es una de las opciones más originales y menos utilizadas a la hora de decorar con cuadros abstractos. Quizás porque a la mayoría le resulte extraño o piensen que no va a resaltar de la pared. Sin embargo, si se juega con texturas o si se intercala algún que otro color suave (grises, malvas, líneas azuladas) el resultado puede quedar espectacular y de lo más relajante.

Blanco y negro

A diferencia del caso anterior, la pintura abstracta en blanco y negro es una de las más utilizadas. Aporta elegancia y sobriedad, pero a la vez mucho carácter. Suelen ser cuadros que llaman la atención, a los que se dirigen todas las miradas.

Viva el color

En este caso nos pasamos al lado contrario: cuadros abstractos potentes y de color para decorar una pared desnuda.
Eso sí, aunque dicen que el arte es subjetivo, cuadros de color hay muchos y no todos decoran igual. Una opción muy interesante es la de utilizar cuadros monocromo (de un solo color) aunque contengan distintos matices de la gama…
Otra opción es apostar por gamas multicolor, si bien en este caso suelen quedar mejor cuando crean formas geométricas (franjas verticales, horizontales o cuadrantes, fundamentalmente) que cuando se mezclan a base de manchas sin ton ni son.

Diseños geométricos

Un recurso muy habitual también a la hora de decorar paredes es utilizar cuadros abstractos con algún tipo de diseño geométrico. Círculos, elipses, o formas irregulares indefinidas son todas ellas opciones que visten muy bien cualquier pared.

Pintura uniforme

Aunque a priori no lo parezca, los cuadros de pintura lisa también se consideran abstractos, aunque sólo sea por eliminación: no son paisaje, no son retrato, no son figurativos…

Sin embargo, este tipo de cuadros a nivel decorativo suelen quedar espectaculares. La mayoría de las veces llevan ligeras texturas para romper con la monotonía del color, y a veces se elige el liso precisamente para contrastar con la textura de alguna pared.

Garabatos

Las obras con algún tipo de garabato o línea sutil también son tremendamente decorativas, aparte de aportar mucho carácter a la pared. Para algunos incluso, transmiten más la sensación de obra de arte” que otras basadas en manchas geométricas.

Texturas

Otra opción es optar por cuadros que tengan texturas muy marcadas, como el relieve de los trazos o el marcaje de las pinceladas.

También podrían considerarse texturados los cuadros que se basan en la estética de la piedra preciosa natural, con sus distintas tonalidades metalizadas o nacaradas.

Manchas

En vertical o en horizontal, marcadas o difuminadas, grandes o pequeñas, la mancha es la reina del cuadro abstracto.

Un recurso habitual a la hora de utilizar la mancha como técnica, es utilizar dípticos en los que la dirección de la mancha continúa de uno a otro cuadro, como si formaran uno.
En fin, como podemos comprobar la pintura abstracta no es una y uniforme sino que existe un mundo entero de opciones para elegir según el tamaño de nuestra pared, el impacto que queramos crear y los tonos con que esté decorada, así que para aquellos que necesiten más inspiración, aquí van algunas imágenes más de cuadros abstractos para decorar la pared.

Vía: Decofilia





















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