Un penthouse de 160 metros
Recientemente se ha añadido una nueva planta, elevando a cuatro los pisos del hotel, para crear un apartamento, a modo de "penthouse" de 160 m2, con unas increíbles vistas a los montes nevados. Ha sido el estudio milanés Vudafieri-Saverino Partners el encargado de la ampliación, pues ya había proyectado con éxito 10 nuevas habitaciones en el año 2010. Para esta lujosa estancia, han recurrido a conocidas firmas de diseño como Edra, Cassina, Foscarini, Tom Dixon, B&B, Carl Hansen&Son, Driade, entre otros.
Distribución
El apartamento cuenta con tres suites, un salón-comedor con chimenea, bar y una zona de cocina. Todos los revestimientos son de madera (pino para techo y paredes y roble envejecido en el suelo), combinando así los materiales autóctonos de la zona,con lo mejor del diseño contemporáneo. El lujo y la privacidad es tal que, incluso, el penthouse tiene acceso independiente mediante un elevador directo.
Vistas sorprendentes
El proyecto se centró en dotar de vistas a todas las estancias, incluyendo los cuartos de baño. Con cristaleras de suelo a techo y ventanas cenitales, perfectamente aisladas, se logró incorporar la impresionante naturaleza que rodea al hotel como un elemento más del interiorismo. En la imagen, lámparas de bronce de Tom Dixon y butacas Beak Chair, diseñadas por Ole Wanscher en 1951 para la firma danesa Carl Hansen & Son.
Las suites
las tres suites incluyen amplios cuartos de baño con ducha y bañera. El blanco y la madera siguen siendo protagonistas, con detalles como el papel pintado de Elitis de la pared del cabecero. Las lámparas de cristal que cuelgan sobre las mesitas son de Brokis.
Los cuartos de baño
Separados de la zona de descanso por puertas correderas, están revestidos en madera, excepto en la zona de aguas, donde se colocó un elegante porcelánico en tono gris. Las luminarias sobre la zona del lavabo, son de Flos y la lámpara en la encimera, de Brokis.
La sauna
No podía faltar, en este ambiente nevado y montañoso, una zona de sauna, pero con increíbles vistas a la montaña. Así, el espacio normalmente claustrofóbico de las saunas adquieren en Rosa Alpina una dimensión distinta al abrirse al exterior. Fotos: Alex Filz.
Distribución
El apartamento cuenta con tres suites, un salón-comedor con chimenea, bar y una zona de cocina. Todos los revestimientos son de madera (pino para techo y paredes y roble envejecido en el suelo), combinando así los materiales autóctonos de la zona,con lo mejor del diseño contemporáneo. El lujo y la privacidad es tal que, incluso, el penthouse tiene acceso independiente mediante un elevador directo.
Vistas sorprendentes
El proyecto se centró en dotar de vistas a todas las estancias, incluyendo los cuartos de baño. Con cristaleras de suelo a techo y ventanas cenitales, perfectamente aisladas, se logró incorporar la impresionante naturaleza que rodea al hotel como un elemento más del interiorismo. En la imagen, lámparas de bronce de Tom Dixon y butacas Beak Chair, diseñadas por Ole Wanscher en 1951 para la firma danesa Carl Hansen & Son.
Las suites
las tres suites incluyen amplios cuartos de baño con ducha y bañera. El blanco y la madera siguen siendo protagonistas, con detalles como el papel pintado de Elitis de la pared del cabecero. Las lámparas de cristal que cuelgan sobre las mesitas son de Brokis.
Los cuartos de baño
Separados de la zona de descanso por puertas correderas, están revestidos en madera, excepto en la zona de aguas, donde se colocó un elegante porcelánico en tono gris. Las luminarias sobre la zona del lavabo, son de Flos y la lámpara en la encimera, de Brokis.
La sauna
No podía faltar, en este ambiente nevado y montañoso, una zona de sauna, pero con increíbles vistas a la montaña. Así, el espacio normalmente claustrofóbico de las saunas adquieren en Rosa Alpina una dimensión distinta al abrirse al exterior. Fotos: Alex Filz.
Para más información visiten: Rosa Alpina Hotel & Spa, Vudafieri Saverino Partners
Vía: decoratrix
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