


Amarillo y gris dominan la paleta cromática de todo el local, si bien los colores y los motivos florales impregnan todos los rincones: paredes, mobiliario y telas.
El espacio dispone de varias zonas: una gran barra con mesas enfrente; un salón comedor con una parte más elevada, y una terraza cubierta que funciona como un segundo comedor. El mobiliario es diferente en cada una de ellas, con una gran diversidad de asientos.
La madera, el metal, el cuero y el mimbre predominan entre los materiales. La decoración, por su parte es profusa en detalles populares de las dos culturas. Destacan dos grandes ilustraciones dedicadas cada una de ellas a un país.


Otro contrapunto, a nivel técnico, es el juego de ambientes que se crea entre la intensidad y la seriedad del gris y la luz natural que entra por los grandes ventanales que sustituyen la fachada.
Lo cual, por cierto, permite que los transeúntes puedan contemplar desde el exterior este espectáculo de cruce cultural que la empresa cántabra, especializada en mosaicos de vidrio reciclables y ecológicos, define como “un proyecto divertido y canalla, con mucha personalidad”.

Fotografías: Proyecto Singular e Hisbalit.
Para más información visiten: Proyecto Singular, Hisbalit
Vía: diarioDESIGN
No hay comentarios:
Publicar un comentario