La marca de moda y calzado ASH ha encargado a Francesc Rifé el nuevo concepto de diseño para sus tiendas en todo el mundo. Si bien el nuevo lenguaje buscaba recordar a formas sugeridas por la arquitectura de ciudades contemporáneas, que las dos primeras tiendas en debutar con esta imagen estén en Shanghai ha servido para utilizar como inspiración uno de los elementos más sorprendentes de los sistemas de construcción asiáticos: los tradicionales andamios de bamboo.
Situadas en los complejos de Raffles City Changning, en el corazón del distrito de negocios Zhongshan, y en el Plaza 66, uno de los espacios comerciales más relevantes de China. El diseño de las dos tiendas está marcado por ligeras estructuras que ordenan el espacio permitiendo libremente la exposición de calzado e iniciando un nuevo camino hacia el prêt-à-porter. Una configuración ejecutada en latón sulfurizado, un material que evoca una sensación de lujo, llevándolo a un acabado muy oscuro. Igual que los andamios de bamboo, estas estructuras tubulares se entrecruzan y crean nudos de 90º entre ellas, provocando una sujeción muy limpia y singular. Se trata de una red que cobra vida en altura, en anchura, y como elemento volado, aportando dinamismo y personalidad al nuevo concepto de tienda.
El orden al que obedece esta columna vertebral de latón se traza desde uno de los elementos más importantes del proyecto: un techo parcial dorado, símbolo de la personalidad de ASH. Su particularidad es la integración de múltiples agujeros desde los que se proyecta luz puntualmente, siguiendo las necesidades del espacio; mientras que otros orificios están preparados para agregar lámparas y estanterías voladas, al mismo tiempo que permiten fijar las estructuras principales. La iluminación de esta zona la definen los spots de muy pequeñas dimensiones, provistos de óptica para iluminar bien el producto, dando un resultado de cielo estrellado.
Otro de los materiales protagonistas de la nueva imagen es sin duda el hormigón, proyectado tanto en paramentos verticales, suelos y techos, es el encargado de recoger todos y cada uno de los elementos del conjunto. Una referencia al fenómeno constructivo de la ciudad que a su vez dota al proyecto de una base neutra, y contribuye a vigorizar el techo y la estructura.
Siguiendo ese mismo lenguaje, el mobiliario, como las plataformas centrales de exposición, ciertas zonas de asiento y el mostrador de ventas, se integran en la propia armadura de la tienda como elementos arquitectónicos. Se añaden a la composición piezas de apoyo, superficies de latón, y madera natural de nogal, mientras que el vocabulario estético de las tiendas se completa con el espejo envejecido que conforma los volúmenes de probadores, los cuales emergen como pequeñas construcciones dentro de estos grandes espacios, agregando una dimensión extra a la experiencia de los visitantes. Los espacios de espera los viste la butaca Kong de JMM, acompañada por piezas de apoyo en mármol verde y de madera natural.
Siguiendo ese mismo lenguaje, el mobiliario, como las plataformas centrales de exposición, ciertas zonas de asiento y el mostrador de ventas, se integran en la propia armadura de la tienda como elementos arquitectónicos. Se añaden a la composición piezas de apoyo, superficies de latón, y madera natural de nogal, mientras que el vocabulario estético de las tiendas se completa con el espejo envejecido que conforma los volúmenes de probadores, los cuales emergen como pequeñas construcciones dentro de estos grandes espacios, agregando una dimensión extra a la experiencia de los visitantes. Los espacios de espera los viste la butaca Kong de JMM, acompañada por piezas de apoyo en mármol verde y de madera natural.
Concebidos para trabajar en armonía con instalaciones dinámicas y desafiantes, los escaparate de ambas tiendas extienden al exterior el diálogo interior iniciado con el latón, e incorporan una interpretación limpia del logo de ASH retroiluminado.
Para más información visiten: Francesc Rifé Studio
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