Hoy nos desplazamos hasta el clásico distrito de Oltrarno en Florencia, al apartamento de la arquitecta Silvia Allori, un lugar donde ha querido ubicar su refugio y a la vez su lugar de trabajo. Este apartamento de 42m2 va ligado con la sutilidad, la sencillez y la versatilidad que emanan sus espacios. Soluciones móviles que no se puede perder ¡así que atentos!
¡Hágase la luz!
Nada más entrar y llegar a la sala de estar, sale a relucir como se ha conseguido impregnar de luz cada rincón de la estancia. Allori ya partía con ventaja, puesto que en la fachada principal tenía dos ventanales de dimensiones muy generosas que le permitían la entrada de mucha luz natural. A esto le sumamos la elección del blanco como color para la envolvente de la vivienda, para poder reflejar por completo la luz natural y conseguir una sensación de amplitud visual.
El falso techo simula un entramado de vigas que está suspendido del forjado original, que no delimita el espacio y que además es capaz de ocultar las instalaciones. Esta solución se desmarca de lo convencional, ya que no siempre son obligatorios los falsos techos continuos, sobretodo en espacios pequeños, y aquí tienen un claro ejemplo.
Un visto y no visto
Para maximizar el espacio y tener una circulación cómoda y fluida, el mobiliario y el almacenaje se desplazan al perímetro de la sala, pero esto no acaba aquí, la mayor parte de las piezas parecen cobrar vida al moverse para dar cumplir con diferentes funciones y necesidades de la vida doméstica y laboral. Así los sofás, ubicados sobre plataformas para el almacenaje, pueden convertirse en camas para visitas sorpresas y el armario central se despliega para ubicar la mesa de la oficina de Silvia, con sus estanterías correspondientes, claro.
Ligero y con calma
El material elegido para la mayoría de soluciones es la madera laminada lacada en blanco, esta elección no es aleatoria, la madera laminada consiste en la unión encolada de diversas láminas de madera, lo que le aporta mismas prestaciones muy similares a la madera maciza tradicional y además es mucho más económica. La podemos ver en estanterías, armarios y falso techo.
Detalle al milímetro
Aunque sea pequeño, en este apartamento también hay hueco para los detalles: De fondo en las paredes de madera laminada, unos agujeros que la recorren en su totalidad, permiten colocar estantes según las necesidades de almacenamiento y también se disponen unas pequeñas luces de neón que dan una iluminación más tenue para los momentos de relax.
Las plataformas fijas colocadas entre los sofás, están forradas de corcho, un material resistente para poder colocar plantas y objetos adquiridos por Silvia en sus viajes, pero también es un recurso natural y acogedor para poder tumbarse y relajarse.
Arriesgar e innovar
Atentos a esta cortina ¿se imaginan que hay detrás? Se lo contamos, detrás podrán encontrar la cocina de la vivienda. Por causas de espacio y de ubicación de las instalaciones, a Silvia no le quedó más remedio que desplazar la cocina al Hall.
¿Pero, cómo podría disimular el caos que muchas veces se crea en una cocina, justo en el espacio de entrada a la vivienda? Pues a grandes problemas, soluciones innovadoras: Con una manta de emergencia isotérmica, de las que se encuentran en los botiquines de emergencia, creó lo que llamamos una cortina metálica de oro que ayuda a ocultar la superficie de trabajo y aporta un gran toque de carácter en un lugar donde se respira tanta calma. Una solución visionaria que nos encanta
La gama cromática, con colores tierra muy suaves, de la mano del blanco nos ayudan a tener un espacio muy relajado, totalmente apto y necesario para los casos en los que como éste, los jóvenes y no tan jóvenes emprendedores necesitan disponer del lugar de trabajo en su propia vivienda. Y así lo ha demostrado Silvia Allori, consiguiendo un conjunto cómodo, armonioso y desenfadado, para un espacio con dos formas de vida.
Para más información visiten: Silvia Allori
Vía: habitissimo
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